Introducción
Módulo 1: Fundamentos de la Transformación de Conflictos
Módulo 2: Comprendiendo el conflicto I - Bases y Enfoques
Módulo 3: Comprendiendo el conflicto II - Herramientas
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Amenazas

Tipos de amenazas

Los principales tipos de amenazas son

  • Amenazas a la integridad de uno mismo/una misma
  • Amenazas a la identidad propia
  • Amenazas de injusticia
  • Amenazas de frustración
  • Amenazas de violencia

Amenazas a la integridad personal

Estos son los tipos de amenaza más graves. Algunos ejemplos son la enfermedad grave (amenaza física), la pérdida de un ser querido (amenaza emocional) y la sensación de que la vida ya no tiene sentido (amenaza espiritual). Esta última categoría de amenaza suele darse en personas suicidas o muy violentas.

Amenazas a la identidad propia

Se trata de amenazas como la duda o el fracaso, la humillación, la manipulación, la pérdida de autonomía y libertad (que son todas amenazas psicosociales), o la pérdida de autoestima si participamos en conductas poco éticas (amenaza espiritual).

Amenazas de injusticia

Por naturaleza, todos los seres humanos buscan la justicia. Cuando experimentamos la injusticia, o incluso nos damos cuenta de la injusticia hacia quienes no conocemos, tendemos a sentirnos amenazados. Ante la injusticia, empatizamos con las y los demás. Nos damos cuenta de que la injusticia contra uno(a) es una injusticia contra todos(as).

Amenazas de frustración

Por “frustración” se entienden todas aquellas condiciones de la vida que nos hacen sentir incapaces e incompetentes. Algunos ejemplos son nuestro sentimiento de frustración cuando estamos atrapados en un atasco, tener que responder a las incesantes preguntas de un niño de tres años o no poder encontrar un trabajo significativo. Todas estas situaciones tienen el potencial de hacernos sentir frustrados y luego enojados, y a veces, violentos, porque nos hacen sentir impotentes e incompetentes.

Amenazas de violencia

La violencia en sí misma es una poderosa amenaza. Por eso, responder a la violencia con la propia violencia no es una solución. En realidad, cuando respondemos a la violencia con violencia, creamos un círculo vicioso de violencia. Tal es la condición observable a lo largo de la historia de la humanidad, con pocas excepciones. El único momento en que la violencia puede justificarse es cuando pone fin de forma concluyente a la continuación y repetición de dicha violencia. Un posible ejemplo de este tipo de respuesta es la forma en que se puso fin a la Segunda Guerra Mundial y a la que siguieron los esfuerzos por ayudar a todas las partes implicadas a recuperarse de su impacto monumentalmente destructivo.

En resumen

Para resumir, cuando nos sentimos amenazados, nuestros pensamientos, sentimientos y acciones son dramáticamente diferentes a los que tenemos cuando nos desafían. Nuestra sensación de aprensión se intensifica hasta convertirse en miedo e incluso en fobia; nuestra tensión se intensifica hasta convertirse en ira, incluso en rabia; y nuestra motivación se sustituye por ansiedad y pánico. Si un individuo amenazado se siente principalmente temeroso o ansioso, normalmente tendrá el impulso de huir, retirarse o escapar, y puede deprimirse. Si el individuo se siente principalmente enfadado y ansioso, es probable que se vuelva agresivo y violento. En casos extremos, estas reacciones pueden invertirse: una persona extremadamente temerosa puede volverse violenta, y una persona extremadamente enfadada puede retirarse. La siguiente figura muestra la naturaleza de la transformación de un desafío en una amenaza.

Razones para una respuesta variada a la amenaza

No todos los individuos perciben o responden a las amenazas de la misma manera. Nuestra respuesta a las amenazas está determinada por el nivel de nuestra madurez, la naturaleza de nuestras experiencias vitales, nuestra visión del mundo y el origen de la amenaza misma. A veces podemos no ser conscientes de lo que ha causado la amenaza o, incluso si somos conscientes, podemos no querer admitir que nos hemos sentido amenazados.

Otra razón por la que las personas responden de forma diferente a las amenazas de la vida puede estar relacionada con la forma en que aprenden a aprovechar las oportunidades de la vida. Hay básicamente dos grandes oportunidades en la vida: crecer y crear.

Oportunidades de crecer

El crecimiento es el aspecto fundamental de la vida. Todos los seres vivos tienen que crecer; de lo contrario, empiezan a decaer y a morir. El crecimiento físico tiene lugar durante la infancia y la adolescencia y luego continúa en forma de reparación celular para el mantenimiento de la salud. El crecimiento emocional, intelectual y espiritual también comienza en la infancia, pero nunca se detiene. Siempre tenemos el potencial de crecimiento con respecto a capacidades tales como el amor, el aprendizaje y el ser más conscientes del mundo y menos egocéntricos.

Oportunidades de crear

La otra oportunidad que tenemos es la de crear: crear nuestras personalidades, identidades, familias, sociedades y otras expresiones significativas de nuestra existencia.

Los individuos que se desarrollan y crecen de forma creativa y significativa se convierten en seres humanos sanos y universales: seguros de sí mismos, amorosos, sabios y realizados.

Los individuos que no lo hacen se vuelven temerosos, inmaduros, egocéntricos y aburridos.

Son menos capaces ante las amenazas de la vida y más propensos a volverse violentos y/o retraídos.

En un proceso vital sano, las relaciones afectivas y el estímulo son esenciales para una respuesta saludable a las oportunidades de crecimiento y creatividad que ofrece la vida. Cuando estos aspectos se cultivan en el entorno que nos rodea, maduramos de forma constante y adquirimos un profundo sentido de plenitud con respecto a nuestras vidas.

Las y los niños criados sin las oportunidades y el estímulo necesarios para desarrollar un propósito vital significativo y evolutivo tienden a vivir vidas limitadas y aburridas y se ven fácilmente amenazados por los desafíos de la vida.

Por eso, las y los niños que se han criado en sociedades desgarradas por la guerra o en familias y entornos violentos son más propensos a responder a las amenazas de la vida con violencia. Del mismo modo, las y los niños y adultos(as) sometidos a prejuicios, pobreza, enfermedad, anarquía o desánimo reiterado se vuelven ansiosos, temerosos, enfadados, conflictivos y, si la situación persiste, violentos.

En resumen, cualquier persona puede ser propensa a la violencia cuando vive en condiciones de privación o amenaza con pocas oportunidades para desarrollarse, crecer, madurar y ser creativo.

Escenario: Inseguridades que conducen a la violencia

A veces las personas se sienten inseguras en sus relaciones. Si estos sentimientos de inseguridad no se tratan de forma positiva, pueden acumularse en la mente de la persona cuestiones fundamentales sobre sus relaciones con las y los demás, lo que hace que su mente se vuelva gradualmente febril. Las ideas comienzan a agitarse en su mente y se van calentando, haciendo que los pensamientos de la persona hiervan como una olla de agua en la estufa. Finalmente, las emociones toman el control de la persona y sus acciones, y pronto sus comportamientos, son dictados enteramente por estas emociones. En circunstancias extremas, este proceso puede acabar en violencia física contra uno(a) mismo(a) o contra otros(as). Un grupo o nación que se siente amenazado puede tener una serie de respuestas. Pueden adquirir armas más letales y asegurar aún más sus fronteras. Del mismo modo, el grupo vecino puede sentirse inseguro, puede reunirse y subir la apuesta, fortificar sus fronteras y adquirir armamento y artillería pesada. Así, la inseguridad mutua aumenta rápidamente y, en poco tiempo, ambas partes construyen ejércitos y preparan estrategias militares. Para sentirse más poderoso y apaciguar su inseguridad, uno de los grupos puede pensar que es mejor atacar primero que ser vulnerable a un ataque inesperado. De repente, estos dos vecinos están en guerra.

Fuente: Danesh, H.B.; Clarke-Habibi Sara. 2007. Education for Peace Curriculum Manual: a conceptual and practical guide. International Education for Peace Institute. United States/United Kingdom. Página 99-101.

Reflexión en relación a tu proyecto de aprendizaje
  • ¿Qué amenazas han enfrentado o enfrentan las partes en conflicto, el grupo meta de tu proyecto de aprendizaje y vos como facilitador(a)?
  • En el contexto de tu proyecto de aprendizaje y/o el conflicto a cuya transformación quieres contribuir, ¿puedes identificar, por favor, un ejemplo concreto en relación a cada tipo de respuesta?:
    • Respuesta saludable ante los desafíos de la vida
    • Respuesta poco saludable ante los desafíos de la vida
    • Respuesta propensa a la violencia ante las desventajas de la vida
    • Respuesta saludable ante las oportunidades de la vida