Introducción
Módulo 1: Fundamentos de la Transformación de Conflictos
Módulo 2: Comprendiendo el conflicto I - Bases y Enfoques
Módulo 3: Comprendiendo el conflicto II - Herramientas
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Cuando revivimos eventos traumáticos… ¿qué pasa y qué podemos hacer?

¿Cómo se producen las intrusiones y los flashbacks?

Es típico de las experiencias estresantes no procesadas que fragmentos o incluso el evento completo puedan volver de repente. La mayoría de las veces, el flashback se desencadena porque las situaciones del presente tienen similitudes con el recuerdo estresante. Hay un número infinito de posibles desencadenantes. Tienen un efecto inconsciente y pueden provocar un cambio repentino en el estado de ánimo psicológico y físico.

Hay desencadenantes o activadores que:

  • tienen similitudes visuales (por ejemplo, la barba, la gorra, el casco, la ropa, la ubicación), pero también
  • contienen sonidos similares (sirena, ruido, helicóptero, volumen, etc.),
  • desencadenan sentimientos similares (por ejemplo, miedo, impotencia, soledad, tristeza, estar a merced de otros, ira),
  • se activan con una postura corporal similar (por ejemplo, en posición supina, encorvada),
  • provocar una reacción corporal similar (por ejemplo, contener la respiración, aceleración del corazón, frío, calor, sensación de presión, dolor, perder el suelo bajo los pies) y/o
  • tienen olores similares (por ejemplo, alcohol, cigarrillos, sudor, olor a quemado…).

Todo esto puede desencadenar una intrusión o un flashback.

Una intrusión es una doble percepción: se sigue percibiendo la realidad, pero al mismo tiempo también se revive el recuerdo anterior (o elementos de éste).

Como intrusión permanente, este estado también puede experimentarse constantemente sin que exista actualmente un desencadenante específico.

La reexperimentación traumática también puede ser tan masiva que la propia referencia al presente se pierde temporalmente. Entonces hablamos de un flashback (= reexperimentación tipo flash). En este estado, el suministro de sangre al centro del habla (área de Brocca) se reduce. Esto dificulta el habla, y la propia comprensión de la experiencia también se reduce (capacidad limitada de simbolizar).

¿Por qué se producen las intrusiones y los flashbacks? En ambos casos, las experiencias traumáticas se almacenan de forma disfuncional en el cerebro. La información no llega al almacén de la memoria (hipocampo y cerebro frontal), sino que permanece sin procesar en los “centros receptivos” del cerebro. Sin embargo, estas regiones cerebrales no están diseñadas para el almacenamiento a largo plazo y, por lo tanto, no existe una asignación temporal al pasado para la información localizada aquí. Si se reactivan, se experimentan como presentes.

Sólo cuando las experiencias se almacenan en la memoria final se asocian con la sensación de ser pasado. Entonces no se recuerdan todos los detalles, sino sólo los subjetivamente importantes. Esto se puede comprobar fácilmente con los recuerdos de las vacaciones: Si, por ejemplo, varias personas se fueron de vacaciones juntas, los detalles o los acontecimientos que recuerdan los implicados suelen ser bastante diferentes. También es posible adentrarse en los recuerdos agradables de las vacaciones; sin embargo, uno sabe que las vacaciones han terminado. Con el tiempo, los recuerdos se vuelven más borrosos y se desvanecen. Por el contrario, cuando se activan, las experiencias no procesadas se siguen recordando como si estuvieran presentes y con todos sus detalles, incluso después de años o décadas, por ejemplo, los recuerdos de la guerra, la huida, los traumas de la infancia, etc.

Distracción o desvío de atención

Distraerse de las intrusiones angustiosas es una intervención no específica. No es necesario saber qué ha reaparecido exactamente ni “conocer” ninguna técnica.

La atención se desvía de la intrusión y se dirige hacia recuerdos o actividades no estresantes o positivas. La regla aquí es: cuanto más se desvíe la conciencia/atención de la intrusión y se dirija a recuerdos o actividades libres o positivas.

La regla aquí es: cuanta más conciencia / atención requiere esta distracción, mejor ayuda.

Sin embargo, con todas las actividades de distracción, existe el riesgo de que la intrusión resurja al final.

La distracción no ha sido suficiente para alejar el recuerdo estresante o el fragmento que ha resurgido. Esto es especialmente cierto si el desencadenante del recuerdo persiste.

Todas las intervenciones de distracción no requieren mucha preparación, pero no todas pueden llevarse a cabo siempre y en cualquier lugar. Por lo tanto, hay varias sugerencias.

Actividades cotidianas o planificación del futuro como intervenciones de distracción.

Estos ejercicios se pueden hacer solos.

Las exigencias del día a día:

Todas las exigencias de la vida cotidiana pueden distraer. Pueden ser, por ejemplo, tareas que hay que hacer hoy, también tareas obligatorias. También pueden ser actividades agradables o planes para las próximas vacaciones.

Actividades normales:

Las actividades normales pueden convertirse en una intervención, por ejemplo, limpiar el piso, lavar el coche, etc. También son adecuadas la cocina y la repostería, así como cualquier cosa que se haga con las manos: tejer, bordar, tocar el piano, trabajar la madera, la arcilla o la piedra, etc. En estos últimos ejemplos, es especialmente útil que estén relacionados con el movimiento y la eficacia: se ve un cambio, se crea algo nuevo (autoeficacia).

Actividades deportivas

Las actividades deportivas también forman parte de las intervenciones de distracción eficaces: Correr, caminar, montar en bicicleta, bailar, hacer flexiones, gimnasia, etc.

El ejercicio prolongado libera endorfinas y reduce la adrenalina.

El nivel de excitación del cuerpo (el nivel de estrés) cambia en dirección a una mayor relajación y bienestar. Además, el ejercicio favorece la concentración, el pensamiento espacial, la memoria de trabajo y el fortalecimiento de la confianza en uno mismo (Ackermann 2018).

Técnicas de distracción

Mientras que la distracción suele utilizarse de forma espontánea como mecanismo de afrontamiento, las técnicas de distanciamiento deben enseñarse y practicarse. Esto requiere inicialmente un entorno protegido, porque los afectados tienen que entrar en contacto con el estrés de forma consciente. A través de uno de los ejercicios, pueden aprender que no tienen que quedarse atascados en la memoria, sino que es posible crear distancia activamente y recuperar el control.

Hay diferentes maneras de crear distancia: a través de técnicas imaginativas o cognitivas, a través del lenguaje y su alienación, y a través del cuerpo.

Distanciamiento mediante actividades cognitivas

Las formas cognitivas de distanciamiento incluyen crucigramas, juegos como el ajedrez o juegos de ordenador como el Tetris. En todas estas estrategias, la conciencia se dirige a una información neutra que, sin embargo, exige mucha atención. Como muestra un estudio sobre Tetris de Inglaterra, cómo se pueden suprimir las intrusiones gráficas (James et al. 2015) anulando el córtex visual.

Hacer música es también una de las intervenciones de distanciamiento cognitivo. Tocar un instrumento requiere un alto nivel de atención y activa muchos centros del cerebro, especialmente cuando se practican piezas nuevas. La elección de la música también puede influir en las emociones. Por ejemplo, la música tranquila y lenta tiende a calmar y relajar.

El distanciamiento cognitivo a través de la diferenciación: Encontrar diferencias con el pasado

El distanciamiento cognitivo requiere un compromiso consciente tanto con la experiencia desencadenada como con la percepción en el presente. Esto suele ser más fácil en una conversación terapéutica (o bidireccional), pero también puede hacerse a solas, preferiblemente por escrito.

La diferenciación ayuda a trabajar la diferencia entre antes (en la experiencia estresante) y hoy. Las diferencias se refieren tanto a las externalidades como a las propias capacidades y habilidades para ejercer influencia. Por ejemplo, en el presente, las posibilidades de influir de la mayoría son claramente mayores: un niño pequeño sigue teniendo poca influencia en lo que le ocurre, un adulto se toma mucho más en serio y puede opinar mucho más. Un niño tiene pocas habilidades, un adulto podría desarrollar más habilidades.

Un recuerdo estresante es provocado o activado por una similitud. A menudo no se trata de la experiencia central (por ejemplo, la impotencia o el estar a merced de los demás), sino de un fenómeno periférico como los detalles del entorno, las características individuales del aspecto del agresor, los olores, los sonidos, las palabras o frases, el dialecto o acento, otros detalles lingüísticos, los sentimientos desencadenados, las reacciones corporales, las sensaciones o posturas corporales, la hora del día, la luminosidad o la oscuridad, etc.

Esta lista, la que se podría completar fácilmente, deja claro que quizás la estrategia más obvia, muy popular entre las personas afectadas, no puede funcionar: evitar todos los desencadenantes o activadores. El hecho de que alguien sea susceptible a los activadores sólo puede resolverse a largo plazo mediante la integración de la experiencia traumática.

En una intervención terapéutica para la diferenciación, tratamos de averiguar a qué aspecto de la experiencia en el presente ha reaccionado la persona afectada.

A continuación, se elaboran las diferencias entre el pasado y el presente. Cuantas más diferencias se encuentren, mejor. Si el o la terapeuta cuenta visiblemente el número de diferencias nombrándolas y contándolas con los dedos de su mano, refuerza la diferencia. También ayuda hacer preguntas detalladas para encontrar el mayor número posible de diferencias.

La hoja de trabajo 1 contiene instrucciones paso a paso para la diferenciación.

Ejemplos de diferenciación:

Las similitudes con el aspecto del agresor actúan como activador, por ejemplo, la cabeza calva, las gafas, la capucha o la ropa negra. A continuación, buscamos las diferencias entre entonces y ahora en matices como: altura, peso, color de pelo, vestimenta, edad, aspecto, conducta y comportamiento, etc.

Similitudes en detalles del entorno: la persona afectada debe describir exactamente lo que es diferente en la actualidad, por ejemplo, diferencias de color, luminosidad, estación del año, detalles estructurales u olor, etc.

En el caso de una similitud con una postura determinada, una diferencia puede ser que en el presente la postura se adoptó voluntariamente (por ejemplo, durante un examen o una relación sexual). A diferencia de entonces, hoy también se puede volver a cambiar en cualquier momento, y existe la posibilidad de decir “¡Para!” y parar. Se trata de la posibilidad de control, de establecer y mantener los límites y de ejercer influencia.

En el autoanálisis para la diferenciación, se persiguen las siguientes preguntas:

  • ¿Desde cuándo me siento mal?
  • ¿Qué experimenté exactamente en ese momento o poco antes?
  • ¿A qué aspecto del evento reaccioné negativamente?
  • ¿Qué podría haberme recordado la situación de estrés anterior?

Una vez que el activador ha quedado claro, el siguiente paso es cambiar la referencia al presente:

  • ¿Qué es exactamente diferente y mejor en la situación actual? (describa tantos detalles como sea posible)
  • ¿Cómo me siento ahora al final del análisis?
  • ¿Vuelvo a estar completamente en el presente?
  • ¿Cómo me doy cuenta de que estoy a salvo hoy?
  • ¿Cómo me doy cuenta de que hoy soy un adulto?
Distanciamiento a través del lenguaje: lenguaje alterado

Si hablar de la experiencia traumática muestra un alto nivel de estrés, puede ser útil en un entorno terapéutico para alienar el lenguaje. Esto puede lograrse, entre otras cosas, variando el tono de la voz (“voz de Mickey Mouse” o voz grave) y mediante el “discurso cómico” (Henderson 2001).

Al alienar el lenguaje, se consigue una mayor distancia con la narración. Como estas alienaciones vocales pueden parecer fácilmente tontas, es importante explicarlas de antemano: No queremos burlarnos de lo que ocurre, sino que se trata de crear más distancia emocional a través del lenguaje alterado. En el ámbito terapéutico, el terapeuta hace el inicio y abre así el espacio de la alienación.

Conseguimos el “habla cómica” según Henderson (2001) sujetando la lengua firmemente detrás de los dientes de la mandíbula inferior y luego hablando. Esto cambia la articulación de las palabras, que suenan diferentes. No obstante, nos esforzamos por hablar de forma inteligible. Esto nos lleva a tener que hablar más conscientemente. La divertida pronunciación también provoca a veces una risa o una sonrisa porque las palabras suenan muy diferentes, simplemente divertidas. La risa ayuda mucho a volver al presente o a crear distancia con el pasado.

Recuerden que estos ejercicios pueden ser útiles para ustedes mismos(as) como participantes, pero también cuando están en su rol como facilitadores(as). Iremos introduciendo más ejercicios de (auto) ayuda a lo largo de este curso.