Módulo 4: Diseñar caminos hacia la paz
Módulo 5.1. Intervenciones para la Resiliencia
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La historia profunda

La historia más profunda, ubicada en lo inmemorial, construye la narrativa. Esa narración recrea la historia formativa: quiénes somos como pueblo y lugar, es decir la formación de la identidad, la construcción del futuro y su misma supervivencia.

Ahora bien, la forma en que una comunidad nacional construye su narrativa nacional es intrínsecamente conflictiva.

Cuando la trayectoria de un pueblo es marginada o destruida por una cultura dominante, mediante ese acto se pierde el significado, la identidad y el lugar en la historia. El reto más profundo de la construcción de paz es cómo reconstruir o rehistoriar la narrativa y de ese modo restablecer el lugar de un pueblo o comunidad en la historia.

Esta perspectiva de la historia remota embebida en la narrativa permite introducir el tema de la responsabilidad de las generaciones.

En el presente será fácil decir que no somos responsables de los que siglos atrás derivó en formas salvajes de esclavitud o matanzas a pueblos originarios. Esta es una visión individualista del tiempo y la responsabilidad, pero es necesario expandir esas nociones de tiempo histórico y responsabilidad colectiva en la conformación de esas narrativas.

Veamos primero qué nos dice Lederach sobre la historia más profunda.

Historia más profunda

Por último, la historia más profunda, hasta los tiempos inmemoriales, es la “narrativa”. La narrativa crea la historia formativa de lo que somos como pueblo y lugar. Según muchos de los autores que han escrito desde la perspectiva de la narrativa, se trata de la comprensión de cómo las personas llegan a ver su lugar en esta tierra, en sentido figurado, y su lugar como ligado a una geografía específica, en sentido literal.
La narrativa, el relato profundo y formativo de la propia historia, se ha abierto paso cada vez más entre las disciplinas académicas y sus respectivas prácticas. Existen enfoques e incluso escuelas de psicología y terapia narrativas (Freedman y Combs, 1996; Monk et al., 1997; Crossley, 2000), teología narrativa (Hauerwas y Jones, 1997; Stroup, 1997; Goldberg, 2001), análisis narrativo de las ciencias políticas (Roe, 1994; Almond, 2002) y metodologías narrativas en las ciencias sociales (Polkinghonre, 1988; Riessman, 1993; Lieblick. Tuval-Mashiash y Zilber 1998), por mencionar sólo algunos. Más recientemente, estos enfoques han sido explorados en su aplicación a profesiones específicas dentro del campo de la resolución de conflictos, sobre todo por Winslade y Monk (2001), que aplicaron la lente narrativa a la mediación de conflictos sociales.
Para nuestros propósitos, este círculo titulado “narrativa” sugiere lentes que exploran la interpretación y la comprensión del significado en una visión ampliada del tiempo y el desarrollo de la identidad del grupo a lo largo de las generaciones remontándose a las historias de origen, que son los enfoques que más se acercan a este alcance más profundo de la historia.
En otras palabras, más allá de una metodología particular de investigación científica o de la práctica de la terapia personal, el uso de la narrativa que deseamos explorar es uno que involucra las historias formativas de génesis y lugar (Hauerwas y Jones, 1997). Si nos tomamos en serio esta larga visión de la identidad y la formación de grupos, llegaremos a reconocer que la formación de la identidad del grupo que surge del pasado, la construcción de su futuro y su propia supervivencia tienen que ver con la búsqueda de un lugar, una voz y una historia.

Fuente:

Lederach, John Paul. 2005. The Moral Imagination: The art and soul of building peace. Oxford University Press. New York. Páginas 142-143

Dando sentido a la historia

“La restauración como narrativa imaginativa busca la historia y el significado social más profundo, no sólo de lo que sucedió, sino de cómo las historias están conectadas a un viaje mucho más profundo de descubrir lo que estos eventos significan para lo que somos como comunidades locales y globales”.

John Paul Lederach, 2005, p. 147

Así pues, las preguntas más importantes a las que debemos responder son

  • ¿Quiénes somos?
  • ¿A qué lugar pertenecemos?
  • ¿Hacia dónde vamos?
  • ¿Cómo vamos a viajar juntos?
    Para responder a estas preguntas, necesitamos entender los ciclos de violencia y conflicto prolongado y visualizarlos como una narrativa rota.
    Para evitar que se repitan, necesitamos entender los patrones y las dinámicas que están profundamente arraigados en nuestra cultura.
Revisitar nuestra historia desde las tres dimensiones de las triadas de Galtung

Generalmente en la historia de un país o de una sociedad ya se han identificado grandes etapas que puedes retomar para este ejercicio.

Cada etapa de nuestra historia ha generado…

  • nuevas expresiones de violencia
  • nuevas expresiones de paz (nuevos paradigmas constructivos, valores, recursos, competencias, modelos alternativos…)
Paso a paso… proceso metodológico

Identifiquen las grandes etapas de la historia de tu país/sociedad/pueblo.

Identifiquen las dimensiones directas, estructurales y culturales de cada etapa

¿Cuáles han sido los aspectos claves de cada dimensión (directa, estructural y cultural) a lo largo de la historia de tu país/sociedad/pueblo que hoy en día siguen estando presente (consciente o inconscientemente)?

Identifiquen los dichos, proverbios, leyendas, héroes y heroínas que siguen estando presentes hoy en día e influyen positiva o negativamente el conflicto que estás analizando.

Pueden usar un padlet si trabajan a nivel digital o tarjetas si están haciendo el análisis de manera presencial o para ustedes mismos(as) en su espacio de trabajo.

En verde: los aspectos positivos o dimensiones de paz de esta etapa.

En rojo: los aspectos negativos o dimensiones de violencia de esta etapa.