Friedrich Glasl identificó siete procesos básicos que aplican no solamente para el desarrollo organizacional, sino para cualquier proceso de cambio que queremos impulsar dentro y junto con un sistema social.

Glasl también da algunas pistas importantes:

El orden en que se describen los procesos no significa que tengan que utilizarse siempre en este orden cronológico cuando desarrollamos un proyecto de desarrollo sostenible, un proceso de transformación de conflictos y/o de desarrollo organizacional. En este sentido, los procesos básicos no deben entenderse como fases que se trabajan una tras otra, sino que pueden funcionar varios procesos simultáneamente, por lo que algunos pueden ser algo más dominantes que los otros.
Las líneas de conexión simbolizan la interconexión de cada uno de los procesos básicos, es decir, cuando se inicia un proceso, por ejemplo, el diagnóstico, se ponen en marcha automáticamente las expectativas y los deseos (diseño del futuro) y, por tanto, también los procesos psicosociales, se recogen datos y se genera información, por supuesto, también se conoce mejor el problema o el conflicto y su contexto y, debido a la pregunta de aprendizaje o de investigación que se hace durante el diagnóstico, a partir de la reflexión ya puede incluso iniciarse una u otra intervención. Todos estos procesos de cambio requieren naturalmente una facilitación, que vele por el proceso en su conjunto, lo coordine, lo modere y lo controle.
Los 7 procesos básicos son necesarios y tienen el mismo valor para lograr el efecto sostenible previsto de nuestro proceso de transformación.

Estos 7 procesos básicos están presentes tanto cuando nos proponemos procesos de transformación a nivel personal – que es el principio de todo cambio – como cuando facilitamos procesos de cambio en las interacciones con otra persona, en las interacciones a nivel de un grupo, en las interacciones entre grupos y en las interacciones de las y los seres humanos con la naturaleza

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