Reacción semántica

“…. Las palabras eran originalmente mágicas …..

y lo siguen siendo”

(Steve de Shazer).

La primera parte de esta cita es de Sigmund Freud, el psicoterapeuta austriaco al que en Europa debemos muchas ideas útiles; la segunda parte de la cita fue acuñada por Steve de Shazer, el fundador de la Terapia Breve Centrada en Soluciones, de la que hablaremos más adelante en esta formación.

Nuestro lenguaje forma nuestro sistema. Consta de una estructura superficial y una estructura profunda y ha sido examinada una y otra vez en muchos estudios de terapia, así como en las ciencias de la comunicación y la psicología. ¿Pero qué significa eso para nosotros(as) aquí y el día de hoy?

Este es un pequeño diagrama de forma simplificada que debería darles una idea de la estructura profunda y superficial:

Así que lo que alguien dice, no es necesariamente lo que quiere decir, o al menos no todo lo que quiere decir (Bandler&Grinder, 1975a:44). Las partes que faltan en la estructura superficial son a menudo el material con el que trabajan los terapeutas y que usted y yo, como oyentes ordinarios, a veces malinterpretamos o malentendemos.

Las partes que son borradas inconscientemente en la estructura profunda por nuestro interlocutor nos ofrecen, como facilitadores, la oportunidad de averiguar más de cerca, de escuchar más profundamente y de cuestionarnos más de cerca si podemos “sentir” o si nuestra percepción quiere de repente llamar nuestra atención sobre el hecho de que ahora debemos reaccionar con más precisión. Y, por supuesto, lo mismo se aplica a nosotros(as) cuando decimos cosas y no hemos diferenciado suficientemente aquí. Porque, como seres humanos, todos(as) estamos sometidos al sistema de la estructura profunda y superficial del lenguaje. El lenguaje es nuestro talón de Aquiles y, sin embargo, nuestro único instrumento para comunicarnos verbalmente entre nosotros.

Todos(a) sabemos que el mapa de un territorio y el propio territorio no son lo mismo, que la palabra no es lo que describimos y que el símbolo no es lo que hay que simbolizar. Y, sin embargo, seguimos intentando comparar estas cosas y, sin embargo, deberíamos diferenciarlas mejor, para poder aprender a manejar nuestra propia insuficiencia un poco mejor.

Entonces, ¿qué tiene que ver esta forma de diferenciación con lo que estamos haciendo aquí? Mucho – diría yo. En concreto, estamos examinando nuestra propia capacidad de responder, nuestra propia precisión en el trato con otras personas. Empezamos a comprender nuestras propias reacciones semánticas, a tomarlas en serio y a perfeccionarlas con el tiempo y la práctica.

La semántica es, en primer lugar, el estudio del significado de las palabras. Ni más ni menos. El significado que yo doy a una expresión o afirmación no tiene por qué ser el que usted le daría. Como hablantes y oyentes, siempre tenemos otros puntos de vista y puntos de partida que sacamos a la superficie a través de nuestra estructura profunda. Alfred Korzybski las llama las Reacciones Semánticas. Como pionero de la terapia de PNL (Programa Neurolingüística), señaló como reaccionamos mental, fisiológica o emocionalmente.

TRIÁNGULO

A menudo no podemos distinguir entre estas tres reacciones porque se producen a una velocidad que no podemos separar conscientemente. Pero el hecho es que las reacciones semánticas pertenecen a nuestra intuición y debemos tomarlas en serio. Esto significa que si alguien le dice algo y de repente le duele el estómago, debe pararse un momentito y verificar lo que le acaban de decir para poder reaccionar adecuadamente. Si le duele la cabeza o su corazón empieza a acelerarse porque tiene que entrar a una conversación incómoda, también es importante que se tome un momento y analice qué es lo que le incomoda.

Reflexión personal

Piense de nuevo en La Triada Sistémica: ¿Cuál de los polos le causa angustia en esta reflexión?:

¿Recuerda alguna conversación reciente en la que haya tenido algún tipo de reacción semántica?

¿Cuál fue la naturaleza de esta reacción? ¿Más físico, mental o emocional?

 ¿Cómo reaccionó ante ello? ¿Se ha tomado en serio a usted mismo(a)? ¿O ha ignorado sus reacciones?

Si pudiera repasar y replantear esta conversación, ¿qué haría ahora de forma diferente?

Conclusión

Intentemos cambiarnos a nosotros(as) mismos(as) en función de nuestras reacciones semánticas.

Intentemos adoptar una actitud más adecuada para que nuestras conversaciones en el futuro vayan mejor, para que podamos darles forma y mantener el diálogo de forma más coherente. Si hay deficiencias en la modelización lingüística – como nos indican las reacciones semánticas – pueden surgir conflictos y mucho más – pero también pueden surgir milagros.

Fuente:

Susanne Maaß-Sagolla, Münster, Julio 2021

Literatura:

Bandler, R., Grinder, J. (1975a). The structure of magic. Palo Alto: Science and Bahavior Books

de Shazer, St. (1996). Worte waren ursprünglich Zauber. verlag modernes lernen, Dortmund.

Hayakawa, S.I., (1992). Language in Thought and Action. Random House, USA