Introducción
Módulo 1: Fundamentos de la Transformación de Conflictos
Módulo 2: Comprendiendo el conflicto I - Bases y Enfoques
Módulo 3: Comprendiendo el conflicto II - Herramientas
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Respuestas a la violencia

Las personas responden a la violencia de varias maneras.

A continuación, se exponen los distintos tipos de respuestas que podemos elegir al enfrentarnos a la violencia.

Ignorar la violencia

Una respuesta muy común es ignorar la violencia, especialmente si no estamos directamente implicados. En la vida cotidiana oímos o leemos sobre muchos actos de violencia, pero básicamente los ignoramos y pronto nos olvidamos de ellos, excepto, por supuesto, para las víctimas directas de la violencia que nunca podrán olvidar lo que han sufrido.

Racionalizar la violencia

La segunda respuesta común a la violencia es racionalizar su ocurrencia. Esta respuesta se ha vuelto muy común en nuestra época. Hay muchas perspectivas biológicas, psicológicas, sociológicas, teóricas e incluso religiosas que legitiman la agresión y la violencia humanas. Todo acto violento se considera comprensible según ciertas explicaciones teóricas o ideológicas y, por lo tanto, es aceptable. Esta racionalización es probablemente una de las respuestas más peligrosas a la violencia humana, porque justifica la violencia y permite que persista.

Reaccionar violentamente nosotros(as) mismos(as)

La tercera respuesta común a la violencia es la propia violencia. Nuestra situación mundial actual ofrece innumerables ejemplos de este ciclo de violencia que se intensifica constantemente. No es necesario profundizar en las consecuencias de la violencia como reacción a la violencia. Esta espiral descendente podría, sencillamente, llevarnos al borde de la autodestrucción.

Reaccionar de forma no violenta

Existe una cuarta respuesta, que se ha hecho muy conocida gracias a las actividades de personas como Mahatma Gandhi y Martin Luther King Jr. Se trata del enfoque no violento o de “resistencia pasiva”. Este enfoque ha demostrado tener mucho éxito a la hora de frenar la violencia, disminuir sus consecuencias destructivas y, en última instancia, superarla.

Sin embargo, sus efectos suelen ser a corto plazo, principalmente porque en este enfoque no se ponen en marcha estrategias para la prevención de la propia violencia. En consecuencia, la violencia tiende a continuar y la respuesta no violenta a la misma se agota gradualmente e incluso se considera ineficaz.

Sin embargo, el objetivo de una sociedad sin violencia es prevenir la violencia en sus raíces. El enfoque de la no violencia es definitivamente un enfoque eficaz para abordar la violencia, pero no es un enfoque eficaz para prevenirla.

Reflexión en relación a tu proyecto de aprendizaje
  • ¿Qué respuestas ante la violencia han habido? ¿De parte de quiénes?
  • ¿Qué efectos han tenido esas respuestas?

Fuente: Danesh, H.B.; Clarke-Habibi Sara. 2007. Education for Peace Curriculum Manual: a conceptual and practical guide. International Education for Peace Institute. United States/United Kingdom. Página 99-101.