Muchas veces usamos las palabras unidad y diversidad en diversos contextos o términos similares:
“La unión (o unidad) hace la fuerza…
“Sólo la unión de todos los sectores hará posible la derrota en las urnas…”
“Unidad en la diversidad”
“Diversidad en la unidad”
Hemos explorado brevemente la visión del mundo basada en la unidad, que es la visión del mundo a la cual aspiramos. Pero, ¿qué quiere decir “unidad”?
Danesh y Clarke-Habibi (2007) definieron la unidad como:
“… la integración intencionada de dos o más entidades únicas en un estado de armonía y cooperación, que da lugar a la creación de una nueva entidad en evolución, normalmente de orden superior.”
“La unidad en la diversidad se utiliza como expresión de armonía y unidad entre individuos o grupos disímiles. Es un concepto de “unidad sin uniformidad y diversidad sin fragmentación” que desplaza el foco de atención desde la unidad basada en la mera tolerancia de las diferencias físicas, culturales, lingüísticas, sociales, religiosas, políticas, ideológicas y/o psicológicas hacia una unidad más compleja basada en la comprensión de que la diferencia enriquece las interacciones humanas. La idea y la frase relacionada con ella son muy antiguas y se remontan a tiempos remotos en las culturas del Viejo Mundo, tanto occidentales como orientales. Tiene aplicaciones en muchos campos, como la ecología, la cosmología, la filosofía, la religión y la política.” Extracto traducido de Wikipedia (vea fuente abajo)
En su Manual de Educación para la Paz, Danesh y Clarke-Habibi desarrollan estos conceptos de una manera muy sencilla:
“El concepto de ‘unidad en la diversidad’ apunta al hecho de que, en el núcleo de nuestra humanidad, compartimos una naturaleza común; como tal, somos en realidad ‘uno’/’una’.
También es acertado referirse a nuestra ‘diversidad en la unidad’. El concepto de ‘diversidad en la unidad’ se refiere al proceso de compartir puntos de vista, características, necesidades y aspiraciones diferentes mientras perseguimos objetivos legítimos dentro de un marco unido y justo. Estas dos definiciones combinadas – ‘unidad en la diversidad’ y ‘diversidad en la unidad”– abarcan aspectos importantes del concepto de unidad.
La verdadera unidad no puede establecerse mediante la fuerza, el poder, el autoritarismo o el control. Algunas sociedades han intentado establecer la unidad sacrificando la diversidad e imponiendo la uniformidad tratando de que todos sean iguales.
Otras sociedades han sacrificado la unidad para perseguir los beneficios percibidos del individualismo y la diversidad de grupos. Hay muchas pruebas que demuestran que ambos enfoques desembocan inevitablemente en la opresión o el caos, condiciones que, en última instancia, dan lugar a la desunión, el conflicto y la ruptura social.
Más allá de la mera tolerancia de las diferencias, la verdadera unidad se refiere a un deseo consciente del tipo de riqueza en la vida que sólo puede proporcionar la unificación de la diversidad en una única expresión mayor.
Esta unidad promueve el crecimiento, asegura el bienestar individual y social y fomenta la creatividad. Gracias al poder de la unidad, la calidad de la vida humana se convierte en un fenómeno deliberado, intencionado y con propósito, una cuestión de elección, en lugar de ser simplemente el resultado de fuerzas biológicas o procesos sociales que escapan a nuestro control.
Cuando comprendemos plenamente el principio de que la Unidad es Vida, la Vida es Unidad, eliminamos entonces uno de los obstáculos más difíciles para el logro de la paz. Empezamos a darnos cuenta de que crear la unidad, salvaguardando y alimentando la diversidad, es una condición esencial e innegable para todo lo que existe.
El concepto de unidad en la diversidad requiere la plena comprensión y aceptación del hecho de que, en el núcleo de nuestra humanidad, somos uno y lo mismo, compartiendo una naturaleza común.
Todos somos seres nobles con la capacidad de amar, comprender y crear. Sin embargo, la forma en que desarrollemos y expresemos estas capacidades será única para cada individuo y grupo. Esta singularidad es el núcleo de la cuestión de la diversidad. En otras palabras, la diversidad no es ni la igualdad ni la preferencia, sino la singularidad en el contexto de la igualdad de oportunidades y las variaciones de intereses y logros.”
En el ámbito político, el término fue utilizado por primera vez por el ganador del premio Nobel Ernesto Teodoro Moneta en el contexto de la unificación de Italia.
El término “unidad en la diversidad” fue introducida después de la época del Apartheid en la Constitución de África del Sur en 1996.
En el año 2000, la Unión Europea adoptó “Unidos en la diversidad” (en latín: In varietate concordia)[15] como lema oficial, una referencia a los muchos y diversos Estados miembros de la Unión en términos de cultura.
“Significa cómo los europeos se han unido, en forma de la UE, para trabajar por la paz y la prosperidad, al tiempo que se enriquecen con las numerosas y diferentes culturas, tradiciones y lenguas del continente”.
Podemos encontrar otros ejemplos en el ámbito político (Canadá, India, Indonesia, Estados Unidos, así como poblaciones indígenas como en el caso del consejo Gwichʼin)
aunque en algunos casos el concepto hasta ahora sólo ha sido debatido, pero no oficialmente adoptado.
Para profundizar en el concepto puede leer ahora (o más tarde) esta unidad del Manual de Educación para la Paz de Danesh y Clarke-Habibi (2007):
A continuación, encontrará un pequeño menú de ejercicios y preguntas para su auto reflexión y/o la reflexión colectiva con estudiantes, integrantes de sus espacios sociales y/o los participantes de sus procesos de formación y co-construcción de caminos hacia la paz.
Algunas respuestas y/o insumos para la discusión y reflexión encontrará en el documento que puede descargar arriba. También les recomendamos echar un vistazo a este glosario relacionado a unidad y la visión del mundo.
Lean el siguiente texto y luego pueden reflexionar y discutir en grupo.
¿Qué es la ley?
¿Qué leyes universales rigen la vida humana?
¿Qué ocurre si ignoramos una ley?
Hay muchas leyes que se aplican a la vida humana: algunas de ellas han sido creadas por sistemas culturales o jurídicos y difieren de un lugar a otro, de una sociedad a otra; otras son leyes universales, independientes de cualquier cultura, sistema político o grupo, y aplicables a toda la humanidad. Una “ley” puede definirse de la siguiente manera:
Ley:
(a) un enunciado que describe las relaciones regulares o en forma de patrón entre los fenómenos observables;
(b) una regla general que establece lo que siempre ocurre cuando se dan las mismas condiciones;
(c) un principio de conducta vinculante o aplicado por una autoridad de control.
Cuando se aplican, las leyes no están sujetas a las opiniones personales. En otras palabras, las leyes funcionan independientemente de que a alguien le guste, crea o acepte la ley. Si hacemos caso omiso de las leyes, debemos afrontar las consecuencias que se derivan automáticamente.
Hay dos tipos de leyes universales que rigen la vida humana: las leyes científicas y las leyes espirituales.
Una de las leyes científicas es la ley de la gravedad. Imagina que estás con alguien en un edificio de siete pisos, y que alguien dice: “No creo en la ley de la gravedad. Soy una persona grande, inteligente y libre. No voy a dejar que una ley supersticiosa que no he visto me dicte lo que puedo hacer”.
Sin embargo, todos sabemos que si este individuo da un paso al aire, podríamos imaginar que la ley de la gravedad respondería inmediatamente “¡Hola señor, por favor baje y déjeme presentarme!”
No importa si uno cree en la ley de la gravedad o no: si se desprecia, se sufrirá la consecuencia. La única manera de ser libre con respecto a la ley de la gravedad es entenderla y utilizarla adecuadamente.
A medida que la humanidad mejoró su comprensión de la ley de la gravedad, aprendimos a bucear, a esquiar y a volar. Esto fue posible no porque tratáramos de violar la ley de la gravedad, sino porque comprendimos sus propiedades, la obedecimos y trabajamos con ella para nuestro beneficio.
También existe la categoría de las leyes espirituales. Una de las más importantes es la contraparte de la ley de la gravedad: la ley del amor. La ley del amor opera en la vida humana. Si vamos en contra de ella, sufrimos sus consecuencias. No importa quiénes seamos o cuán poderosos seamos, estamos sujetos a ella.
Cuando una persona viola la ley del amor, lo que surge es el rechazo, el odio, la destrucción, la violencia y la guerra. Al igual que ocurre con la ley de la gravedad, la única forma de ser libres respecto a la ley del amor es aprender a amar. Y cuanto más universal sea nuestro amor, más sobresaliente será su resultado; mientras que, cuanto más limitada sea nuestra observancia de la ley del amor, más peligroso será su resultado. Un ejemplo de un amor limitado es cuando alguien dice: “Estoy dispuesto a matar a otros por amor a mi familia, mi grupo, mi partido, mi religión y mi país”.
Estos son tipos de amor limitados. Por lo tanto, cuanto más limitado sea ese amor, más destructivo será el resultado; y cuanto más universal sea el amor, más creativo será el resultado.
Preguntas de reflexión:
La paz interior llega cuando las dimensiones física, intelectual, emocional y espiritual de la personalidad se desarrollan y están en armonía entre sí.
Considera la siguiente afirmación: “La familia es el taller de la civilización”.
Reflexiona sobre la siguiente afirmación: “Cuanto más diversa es una sociedad, mayores son sus retos y más fuertes y mayores son sus recursos”.
Considera el mundo y todos sus pueblos como un solo cuerpo:
“En todo el mundo, en todas las esferas de la vida, desde la psicología hasta la física, desde la agricultura hasta la cocina familiar, hay una creciente conciencia de la interconexión de toda la vida… un redescubrimiento de los valores que han existido durante miles de años – valores que reconocen nuestro lugar en el orden natural, nuestra conexión indisoluble entre nosotros y con la tierra” (Helena Norberg-Hodge, Ancient Futures: Learning from Ladakh).
Se puede afirmar que una ruptura, una división está en el centro de muchas cuestiones a las que se enfrenta el mundo actual.
Analiza los retos actuales que enfrenta la gestión global del medio ambiente y del cambio climático desde una perspectiva centrada en la unidad.
Considera las siguientes preguntas:
Reflexiona sobre las relaciones en tu vida que podrían mejorarse mediante un aumento de la unidad.
Danesh, H.B. & Clarke-Habibi, Sara. 2007. Education for Peace Curriculum Manual: a conceptual and practical guide. International Education for Peace Institute. Vancouver, Canada. Páginas 2 a 14.