Veamos ahora de nuevo las emociones especiales y cómo tratarlas en un entorno intercultural.
En diferentes contextos culturales existen -como ya hemos visto- diferentes formas de afrontar la ira y el enojo. En algunas sociedades hay que mostrar enojo y molestia en determinados momentos, en otras es un tabú absoluto en determinadas situaciones. Además, el manejo de la ira y la rabia suele definirse de forma específica para cada género.
Imagine una situación (intercultural) en la que se haya enojado mucho.
Recuerde exactamente lo que sintió, dónde lo sintió y lo que dijo.
Ahora, recordando la situación, siga los siguientes pasos y preste atención a cómo cambia tu comunicación interna y tus sentimientos en la situación (según Rosenberg 2001).
1. Detenerse
¿Estoy tranquilo(a)? ¿Estoy emocionado(a)?
2. Respirar.
¿Cómo se siente mi respiración? ¿Es lenta? ¿Va rápida?
3. Identificar los pensamientos juzgadores.
¿Qué pensamientos me ponen enojada(o)?
¿Cuáles son los que desencadenan la ira?
¿Cuáles refuerzan y cuáles debilitan la ira, la rabia, el enojo?
4. Ponernos en contacto con nuestras necesidades.
¿Qué necesidades se satisfacen?
¿Qué necesidades quedan sin cubrir?
5. Expresar los sentimientos y las necesidades
¿Cómo puedo expresar mis sentimientos y necesidades?
¿Cuáles quiero expresar?
6. Pedir lo que necesitamos ahora mismo.
¿Qué quiero pedir específicamente?
Mayer, Claude-Hélène. 2008. Trainingshandbuch Interkulturelle Mediation und Konfliktlösung. Waxmann. Münster
P. 161