Lo que sabemos sobre la epidemia de violencia humana
La violencia ha alcanzado proporciones epidémicas. Es cierto que la violencia ha estado presente durante la historia de la humanidad y está presente en todas las sociedades humanas. Pero se ha extendido tanto que vemos violencia en las familias, las escuelas, las comunidades y las instituciones de todo el mundo. Y su incidencia sólo parece aumentar y diversificarse. En este momento, la violencia está devastando a las poblaciones de todo el mundo en forma de guerras, conflictos violentos, violencia estructural, prácticas religiosas, discriminación, racismo, violencia de género.
Se ha vuelto tan omnipresente que apenas podemos encender la televisión, la radio, Internet o el periódico sin ver algún tipo de violencia.
La Organización Mundial de la Salud ha concluido ahora en su informe sobre la situación mundial que la violencia plantea ahora el problema más importante de salud pública, derechos humanos y desarrollo humano al que se enfrenta el mundo.
Sin embargo, también concluyen que la violencia es prevenible y esto es parte de lo que nos motiva a trabajar en la transformación de conflictos. Para ser eficaces tenemos que entender las fuentes de la violencia para prevenir y/o mitigar su impacto.
En resumen:
Acá algunos datos:
Acá algunos datos de la Organización Mundial de Salud
Hecho 1: La violencia es responsable de casi 1,4 millones de muertes al año (= más de 3.800 personas asesinadas cada día)
Hecho 2: De las muertes relacionadas con la violencia, el 56% son suicidios, el 33% homicidios y el 11% guerras/violencia colectiva
Hecho 3: El 90% de las muertes debidas a la violencia se producen en países de ingresos bajos y medios
Hecho 4: La violencia afecta principalmente a personas jóvenes y económicamente productivas (hombres de 15 a 44 años)
Hecho 5: El impacto de la violencia en la salud va mucho más allá de las lesiones físicas
Hecho 6: Las mujeres, los niños y los ancianos soportan la carga de las consecuencias no mortales de los abusos físicos, sexuales y psicológicos
Fuente: http://www.who.int/features/factfiles/violence/en/ proporcionado por Dr. Sara Clarke-Habiibi. Curso Peace Psychology
Otros datos relevantes relacionados a efectos de conflictos nos provee ACNUR:
Los datos reportados a nivel global por UNHCR en 2021 son:
Los seres humanos de todo el mundo y a lo largo de la historia han cometido actos de violencia. Las caras de la violencia son muchas, entre ellas la automutilación y el suicidio, las lesiones a otras personas y el homicidio, los conflictos y las guerras, la crueldad contra los animales y la destrucción de la naturaleza.
Sin embargo, en los últimos tiempos, tanto el alcance como la intensidad de la violencia humana han aumentado drásticamente. El siglo XX ha sido, con diferencia, el periodo más violento de la historia de la humanidad. Dos guerras mundiales, muchas guerras regionales extremadamente destructivas, el Holocausto, las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, las purgas políticas de la época de Stalin, la Revolución Cultural en China y los conflictos religiosos, raciales y étnicos que se han producido en todo el mundo son algunos de los ejemplos más reconocidos de violencia durante este siglo. También hay otras formas virulentas de violencia: la violencia contra las mujeres, las y los niños, las personas en situación de pobreza, las minorías y los desfavorecidos.
La violencia se encuentra en todas las culturas y estratos de la sociedad humana. Cuando revisamos incluso una pequeña muestra de las estadísticas sobre la violencia, o somos testigos de casos de violencia o crueldad “inusuales” a través de los informes de los medios de comunicación, podemos encontrarnos escandalizados y horrorizados, y puede hacer que busquemos respuestas a preguntas profundas sobre la naturaleza humana.
Sin embargo, no es habitual que, tras sentir conmoción y horror, recuperemos pronto el equilibrio, olvidemos las estadísticas y los sucesos, y volvamos a prestar atención a las llamadas tareas reales de nuestra vida cotidiana, como nuestro trabajo, nuestra salud, nuestra educación, nuestras vacaciones y nuestras preocupaciones recreativas. Lo hacemos porque una respuesta muy común a la violencia es evitar afrontarla y tratar de olvidarla, si es posible.
Normalmente, nos centramos en la violencia sólo cuando nos vemos obligados a hacerlo, como cuando nosotros(as) mismos(as) somos víctimas de la violencia o vivimos en medio de un entorno muy violento.
Si bien existe un acuerdo considerable sobre la existencia de la violencia y su indeseabilidad, hay mucho menos consenso sobre las causas de la violencia, e incluso un acuerdo dramáticamente menor sobre cómo abordar la violencia. Las escuelas de psicología prescriben la psicoterapia; los teóricos de la sociología abogan por cambios y mejoras sociales; los biólogos buscan la droga mágica y el gen defectuoso; los juristas piden cárceles más grandes y penas más duras; y los tradicionalistas apelan a la vuelta a los valores tradicionales, como la diferenciación de los roles de género. En general, parece haber poco apoyo a la idea de que podemos crear una sociedad libre de violencia.
Fuente: Danesh, H.B.; Clarke-Habibi Sara. 2007. Education for Peace Curriculum Manual: a conceptual and practical guide. International Education for Peace Institute. United States/United Kingdom. Página 92.