En cualquier relación entre dos o más personas, la confianza es clave para la calidad y sostenibilidad de la misma.
Como ya sabemos por nuestras propias experiencias acumuladas, la confianza se construye a lo largo de una relación, se puede destruir en un instante y generalmente se lleva mucho más tiempo par reconstruirla. Si la confianza se ha perdido por acciones violentas y/o muy dolorosas, podemos experimentar incluso la sensación de que será imposible de poder recuperarla.
La confianza representa uno de los polos de la triada sistémica y, por ende es claves para que un sistema social – la relación entre dos personas, una familia, un grupo de amigas, un equipo, una organización o una comunidad – esté en balance, pueda funcionar bien y proporcionar bienestar para sus integrantes y su contexto socio-ecológico.
Observemos un poco más de cerca el campo de palabras o campo semántico del polo de la confianza.
Construir y mantener la confianza es prácticamente un trabajo de por vida y se refleja a diario en nuestro comportamiento, nuestras prácticas, en las formas de comunicarnos, de relacionarnos, en el uso del lenguaje, en nuestra capacidad empática y mucho más.
“La confianza es un recurso peculiar;
con su uso se construye en lugar de agotarse.”
(Anónimo)
A continuación vamos a explorar un poco más la confianza como valor así como herramientas para identificar recursos y competencias para construir.
Reflexionaremos un poco más sobre la confianza en el marco de conflictos sociales.