Formamos parte de un grupo muy diverso de ámbitos geográficos, edades, culturas organizacionales, espacios de activismo e historias personales muy diferentes. Esto es una gran oportunidad y, al mismo tiempo, a veces se puede convertir en un reto.
Un proceso exitoso con buenos resultados y un clima de aprendizaje agradable y seguro no solamente depende del arte de las facilitadoras. También se requiere de la disposición y co-resonsabilidad de las y los participantes para tratarse bien y centrarse con atención plena y de manera disciplinada en el proceso.
Aunque vayamos a desarrollar más nuestras competencias de comunicación interpersonal e intercultural así como de trabajo en equipo, es importante establecer y/o recordar algunas normas básicas para que este proceso sea cómodo, seguro y provechoso para cada participante.
Acá un vistazo a las normas básicas.
Para ello, necesitamos tener presente las siguientes prácticas
Por supuesto, hay muchas más prácticas.
A la medida que vamos avanzando en el proceso de aprendizaje, vamos a profundizar en cada una de ellas y agregar otras más, tanto para fortalecer los vínculos a nivel de nuestro grupo como para el trabajo con los grupos, organizaciones y/o comunidades. Y, sobre todo, para avanzar en nuestro camino de la transformación de conflictos desde la práctica cotidiana.
Por favor, siéntanse con toda la confianza de acercarse a nosotras cuando sienten que algún comportamiento o alguna acción del grupo, de otros participantes o de usted mismo(a) ha interferido en la aplicación de estas normas o ha generado tensiones a lo interno del grupo.
También pueden proponer otras normas y prácticas para que esta caminata de transformación de conflictos hacia la sostenibilidad sea uno de los mejores espacios de aprendizaje que recuerden.
Pero antes de profundizar en algunas de las normas y prácticas arriba mencionadas, queremos compartir algunos insumos sobre reglas y normas.
En un proceso de formación o construcción, cada participante tiene el derecho a su propia personalidad.
A la par necesitamos que todas y todos logremos mantener bajo control nuestros propios “rollos” en función de no obstaculizar el alcance de los resultados previstos, y de no interferir en el buen ambiente del grupo.
Esto implica que un rol central para lo que sucede en grupos – y por ende también para la conducción de procesos grupales – son reglas o principios.
Por lo mismo es clave que como facilitadores de procesos aclaremos para nosotros(as) mismos(as):
Para ello, es útil echar un vistazo a la siguiente triada que nos acompañará a lo largo de este proceso de aprendizaje en muy diversas aplicaciones, la triada sistémica.
Para profundizar nuestra sabiduría, es clave que en nuestros procesos de aprendizaje y cambio, tanto a nivel personal y colectivo, vayamos usando los diferentes polos o puertas de entrada.
Aunque con las reglas y normas básicas para esta formación entremos por la puerta del “orden”, necesitamos reglas que nos ayuden a construir la confianza a lo interno del grupo, así como ampliar nuestras miradas y bagaje de (re)conocimientos.
La sabiduría implica por ende apertura al acuerdo grupal y equilibrando una y otra vez los tres polos mencionados.
En el ámbito de trabajo de las organizaciones sociales, muchas veces se considera como impositivo hablar de reglas, sino se habla más de “acuerdos colectivos” o “acuerdos de aprendizaje”.
En nuestra vida y trabajo cotidianos, conocemos reglas, normas y principios como orientaciones generales para la actuación que nos hacen la vida más fácil. En todas las situaciones que pueden ser regulados en si mismo, no necesitamos pensar una u otra vez
como necesitamos comportarnos.
Así que veamos primero las definiciones que nos ofrece
la Real Academia Española sobre estos términos.
Aquello que ha de cumplirse por estar convenido en una colectividad; guiado por la costumbre.
Existen reglas escritas y no escritas.
Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades.
Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta.
Convenio entre dos o más partes.