Acá puedes escuchar y/o descargar la metáfora y el ejercicio.
Hola.
¡Qué bien que estás por acá!
Hoy te traigo una metáfora que se llama “Solo los ladrillos bonitos” acompañado por un ejercicio de reflexión.
Podemos comparar nuestras vidas con la construcción de una casa.
Nuestra vida se compone de muchas experiencia.
Y para construir una casa necesitamos muchos ladrillos si queremos que sea lo suficientemente grande para vivir en ella cómodamente.
En nuestra vida hay experiencias que nos gustan y
otras que no nos gustan.
A veces suceden cosas hermosas que nos hacen felices y que están asociadas a pensamientos y sentimientos agradables.
Sin embargo, muchas situaciones también están asociadas a experiencias desagradables o dolorosas.
Algunas de las cosas que experimentamos son aburridas, agotadoras, aterradoras o estresantes de alguna otra manera.
Comparemos esto con alguien que quiere construir una casa.
Compró un terreno en el que ahora hay una gran pila de ladrillos. Algunos de estos ladrillos son nuevos, limpios y bonitos.
La persona que quiere construir su casa los acepta con mucho gusto.
Otras piedras, en cambio, no le producen una impresión tan agradable.
Parecen viejos o sucios.
Preferiría dejar esas piedras allí tiradas.
Pero si sólo tomara las piedras hermosas para construir una casa, tendría muy pocas.
La casa sería demasiado pequeña.
Allí casi no cabría nada.
Y si tomara sólo los ladrillos bonitos, los ladrillos feos quedarían amontonados al frente de la casa y le impediría disfrutar de la bella vista al frente de la casa.
Comparemos las piedras viejas y sucias con las experiencias difíciles y desagradables que has tenido en tu vida.
¿Cuál de estos evitas a toda costa?
¿Qué pensamientos, sentimientos y otros impulsos internos estresantes prefieres evitar?
Hazte esta pregunta y, si quieres, escríbela en un tu cuaderno de resiliencia.
A continuación, hacete las siguientes preguntas:
Hazte estas preguntas y practica la aceptación.
Si ves un ladrillo feo en la mampostería, y por supuesto hubieras preferido no haberlo incluido, pero cada uno de estos ladrillos también te permite construir tu casa un poco más grande, para que tengas más espacio para las cosas que son realmente, realmente importantes para vos.
Así que aquí tienes nuevamente la oportunidad de ser psicológicamente más flexible.
En lugar de evitar rígidamente los pensamientos y sentimientos desagradables, es decir, esos obstáculos, esos ladrillos feos, puedes aceptarlos y generar más espacio para vos.
Espero que les haya gustado.
Y la próxima vez que veas uno de tus ladrillos viejos o feos, podrás decidir si quieres incorporarla o evitarlo.
¡Que disfrutes la construcción de la casa de tu vida!
Fuente: Schön, Christopher. Der ACT-Podcast. https://open.spotify.com/episode/3q98k6kZqNnWNmBufF2qcr?si=340193b15eeb442a