Transformación de conflictos: principios para un enfoque de cambio
Un enfoque de transformación comienza con dos elementos esenciales:
Aunque el conflicto suele crear ciclos duraderos de daño, dolor y destrucción, la clave de la transformación es la capacidad de reconocer el conflicto como algo que tiene un potencial inherente de cambio positivo.
El conflicto es una parte natural de las relaciones.
Mientras que las relaciones son a veces tranquilas y predecibles, en otros momentos y circunstancias crean tensión e inestabilidad.
Un punto de vista transformacional trata de entender cómo estos periodos de tiempo concretos se insertan en los patrones más amplios de relación de las personas. El cambio se entiende tanto a nivel de las preocupaciones inmediatas como de las pautas de interacción más amplias.
En lugar de percibir el conflicto como una amenaza, la visión transformacional ve el conflicto como una valiosa oportunidad para aumentar nuestra comprensión de nosotros mismos y de los demás.
El conflicto puede entenderse como un motor de cambio que hace que las relaciones y las estructuras sociales sigan respondiendo dinámicamente a las necesidades humanas.
La transformación de conflictos comienza con un objetivo central:
Dar forma a un cambio constructivo a partir de la energía generada por el conflicto.
Al centrar esta energía en las relaciones y estructuras sociales subyacentes, se puede producir un cambio constructivo.
La clave aquí es alejar el conflicto de los procesos destructivos y acercarlo a los constructivos.
La principal tarea de la transformación de conflictos no es encontrar soluciones rápidas a los problemas inmediatos, sino generar mecanismos creativos que puedan abordar simultáneamente los problemas superficiales y cambiar las estructuras sociales y los patrones de relación subyacentes.
Una transformación debe ser capaz de responder a los retos, necesidades y realidades de la vida.
¿Cómo se pueden abordar los conflictos de manera que se reduzca la violencia y aumente la justicia en las relaciones humanas?
Para reducir la violencia, tenemos que abordar tanto los puntos obvios de disputa como el contenido del conflicto, así como las pautas y causas subyacentes.
Para aumentar la justicia, tenemos que garantizar que la gente tenga acceso a los procesos políticos y una voz en la toma de decisiones.
En la perspectiva de la transformación de conflictos, la paz se basa y está arraigada en la calidad de las relaciones. Esto incluye tanto las interacciones equilibradas de poder como la forma en que estructuramos nuestras relaciones sociales, políticas, económicas y culturales. En este sentido, la paz es una estructura de proceso, un proceso que es a la vez dinámico, adaptativo y cambiante.
En esencia, la transformación de conflictos no ve la paz como un “resultado final” estático, sino como una propiedad en desarrollo y evolución de las relaciones.
Se define por los esfuerzos conscientes para hacer frente a la aparición natural de conflictos humanos mediante enfoques no violentos que atienden a las cuestiones en disputa y aumentan la comprensión, la igualdad y el respeto en las relaciones.
Las preocupaciones sobre la violencia y la justicia sugieren que debemos crear capacidades a nivel interpersonal, intergrupal y socioestructural para participar en procesos de cambio. Una parte de las capacidades está dirigida a las interacciones directas entre personas o grupos. El otro hace hincapié en la necesidad de cambiar la forma en que organizamos las estructuras sociales, desde las familias hasta los contextos más complejos y las estructuras a nivel mundial.
Las relaciones están en el centro de la transformación de conflictos. En lugar de centrarse exclusivamente en el contenido y el material de la disputa, el enfoque transformacional sugiere que la clave para entender el conflicto y desarrollar procesos de cambio creativos es ver los aspectos menos visibles de las relaciones.
Aunque los problemas por los que se pelea la gente son importantes y requieren respuestas ingeniosas, las relaciones encarnan una red de conexiones que forman el contexto más amplio del conflicto. Es a partir de este conflicto relacional que surgen las cuestiones individuales en disputa y se volatilizan o se resuelven rápidamente.
Esperamos que los conceptos que conforman los distintos componentes de la transformación de conflictos queden más claros.
Ahora estamos pasando del concepto de transformación a la práctica de la transformación. Por lo tanto, necesitamos operacionalizar un marco de referencia con el que pensar y diseñar enfoques de transformación.
Fuente:
Mischnick, Ruth et al. Gewaltfreie Konflikttransformation: Trainingsmanual für einen Training-of-Trainers-Kurs. Centre for Training and Networking in Nonviolent Action – KURVE Wustrow et al. Bratislava/Slovakia (sin fecha). Páginas 60 – 61