Centrarse en las necesidades, los intereses y los temores puede ayudar a desvincular a los implicados en el conflicto de sus posiciones arraigadas y animarles a abordar, en su lugar, los intereses que necesariamente deben ser tratados para cualquier acuerdo posterior. La enumeración de las necesidades, los intereses y los temores también suele revelar la naturaleza polifacética de estos intereses y la necesidad de incluir varios o muchos componentes en cualquier acuerdo de este tipo. (Mischnick, nd).
En la guía encontrará diferentes herramientas:
Una forma de analizar lo que dicen las distintas partes de un conflicto.
Ir más allá de la posición pública de cada partido y entender los intereses y necesidades de cada uno.
Encontrar un terreno común entre los grupos que pueda convertirse en la base de posteriores debates.
Como pudimos ver en los cuentos anteriores, no es tan fácil comunicarse sobre las necesidades que pueden ser muy distintas.
Recuerden también el texto de Diana Francis en el sub-módulo 3.6. “Los efectos del conflicto”. Especialmente en conflictos políticos no es tan fácil encontrar acuerdos en relación a las necesidades de cada parte. Además, en el caso de gobernantes y/o representantes de diferentes actores, muchas veces se mezclan necesidades personales con las necesidades de la organización o institución que representan.
Aún si no puede encontrarse con las diferentes partes en conflicto, la cebolla del conflicto es un ejercicio muy importante para comprender intereses y necesidades y comenzar a ejercitar el cambio de perspectiva porque nos obliga a ponerse en el zapato de las otras partes. También es importante realizar el ejercicio para “el tercer lado”, por ejemplo, los afectados por el conflicto, que puede ser la población u organizaciones de la sociedad civil, etc.
Acá pueden descargar la guía con la descripción de las herramientas y más ejemplos: