A menudo, sólo una de las partes del conflicto está interesada en una solución, mientras que las otras no están (o todavía no están) dispuestas a comprometerse con la resolución del conflicto. En este caso, la mediadora puede recurrir a orientación individual, un proceso que se denomina asesoramiento sobre el conflicto o consultoría sobre el conflicto.
El Análisis de Perspectivas sobre el Conflicto (APC), desarrollado por inmedio en los últimos 10 años, es un método útil en este contexto. Sigue el enfoque y los principios básicos de la mediación.
Esta forma de orientación individual ayuda a la parte que busca asistencia a identificar con mayor precisión los problemas del conflicto, a obtener nuevas percepciones sobre la perspectiva de todas las partes implicadas, abordar el conflicto de forma productiva y diseñar soluciones creativas.
Ahora anima a la parte a adoptar la perspectiva de la otra parte o partes del conflicto. Para facilitar esto, las partes elaboran las llamadas “listas de empatía” con la ayuda de la facilitadora.
Anota en un rotafolio (junto con la parte presente) lo que sienten, necesitan (desean) y temen las diferentes personas o grupos. Utiliza un rotafolio para cada parte/grupo en conflicto.
Todo está redactado desde la perspectiva de la parte en conflicto respectiva.
Por ejemplo:
“Yo, nombre de la parte en conflicto, me siento…” (“Yo, A, me siento amenazado por B.”)
“Yo, nombre de la parte en conflicto, deseo…” (“Yo, A, desearía que pudiéramos resolver nuestras diferencias”)
“Yo, nombre de la parte en conflicto, temo…” (“Yo, A, temo perder mi buena reputación debido a este conflicto”)
Es muy importante que todo el mundo se ponga en la piel de la parte para la que se elabora la lista.
No se trata simplemente de pensar en lo que otra persona podría sentir, etc. En cambio, debe ser un paso completo dentro de la otra persona. Eso significa pensar y sentir
desde una perspectiva interna.
Si trabajas con un grupo de asesores, también puedes crear subgrupos -uno para cada parte del conflicto- que recopilen las diferentes listas simultáneamente. Si trabajas solo con las partes las listas tendrán que hacerse una por una. Comienza siempre con el rotafolio de la parte con la que estás trabajando.
En un siguiente paso, estas listas de empatía son leídas en voz alta por la parte, la facilitadora u otro miembro del grupo. Así, se verbalizan las voces interiores de cada parte. Una vez más, asegúrate de hablar desde fuera de las partes en conflicto, no sobre ellas.
Veamos una síntesis de los primeros pasos:
Ahora se identifican los intereses comunes, las diferencias y los puentes de entendimiento: ¿cuáles son los intereses de las partes del conflicto que coinciden y cuáles se contradicen? Los puentes de entendimiento son sentimientos, necesidades (deseos) y temores que son similares pero que tienen diferentes raíces o destinatarios. Por ejemplo, ninguna de las partes del conflicto desea ser ridiculizada, pero teme que la otra parte haga exactamente eso. Este miedo común es algo con lo que ambas partes pueden relacionarse, un punto en el que se entienden, aunque la fuente de su miedo sea diferente.
En el siguiente paso, se invita a la parte y al grupo a realizar una lluvia de ideas para buscar opciones. La facilitadora anima a la parte/al grupo a ser creativo e incluso a verbalizar ideas poco realistas.
Todo se anota en un rotafolio para que sea visible. Al mirarlo se crean nuevas ideas. Evita discutir las ideas en esta fase.
Una vez terminado esto, y sólo entonces, evalúe estas opciones según los siguientes criterios: ¿qué opciones tienen en cuenta el máximo número de intereses y necesidades (o deseos) de todas las
las partes del conflicto? ¿Qué opciones disipan el máximo número de temores de las partes del conflicto? Estas opciones son las más factibles y sostenibles según la definición del concepto “ganar-ganar”.
Discutir y profundizar con las partes en las soluciones ganar-ganar o las opciones más factibles. Trabaje con preguntas como:
De nuevo, puede ser útil cambiar de perspectiva: “Si intentas este paso, ¿cómo reaccionaría probablemente la otra parte o partes? ¿Podrían tener miedo de algo? ¿Hay algo que puede hacer para evitar que la otra parte lo malinterprete?”.
La parte es libre de decidir después si pone en práctica las opciones y cómo lo hace.
Obtenga la opinión de la parte sobre la asesoría. Trabaja con preguntas como:
Para cerrar la sesión, resume lo que se ha conseguido en la reunión y felicita a la parte por su colaboración.
Acá puede descargar la herramienta: