Las sensaciones agradables y neutrales siempre pueden activar el sistema nervioso parasimpático, aumentando así la capacidad de posiblemente tocar la cosa dolorosa sin ser dominado y retenido por ella.
En las instrucciones de los ejercicios es mejor no respirar HACIA el lugar del dolor, sino en la zona que lo rodea. Esto puede crear más espacio alrededor del dolor en lugar de prestar más atención a éste, y esto a veces resulta en rigidez y contracción.
El espacio se puede crear a través de conexiones con cualidades de amor, bondad, permiso o abrazándose a uno mismo como un niño o una niña que siente dolor.
Estos ejercicios suelen ser beneficiosos al inicios de un proceso, especialmente para la reflexión sobre las fuentes de fuerza, sobre todo cuando las personas están muy confundidas.
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Ahora harás un mini escaneo corporal sin ningún orden sistemático
Simplemente percibes sensaciones corporales agradables, desagradables y neutrales
Luego oscilas como un péndulo de un lado a otro entre sensaciones agradables a un lado y desagradables al otro lado.
Vas haciendo este movimiento del péndulo con diferentes sensaciones corporales agradables y desagradables algunas veces más.
Ahora autoobservas todo tu cuerpo
¿Cómo ha sido la reacción de tu cuerpo a ello?
¿Cómo está ahora tu respiración?
¿Cómo está tu pulso?
¿Cómo están los latidos de tu corazón?
¿Cómo están tus músculos?
Trata de permanecer con las sensaciones agradables, neutras, durante un poco más de tiempo y observa cómo la mente muchas veces se siente atraída por las sensaciones desagradables.
Cuando esto pasa trata de volver a las sensaciones agradables y neutras.