Las personas resilientes aceptan los cambios, los reveses, las decepciones y las pérdidas como parte de la vida y no los reprimen. No ven las crisis como problemas insuperables, sino más bien como una oportunidad para un mayor desarrollo.
Las personas resilientes pueden establecer límites y ganar confianza en sí mismas al reconocerse y aceptarse tal como son, con sus fortalezas y debilidades. Permanecen abiertas a la crítica, al aprendizaje y a los impulsos de cambio.
Las personas resilientes pueden diferenciar entre lo que actualmente pueden cambiar y dar forma y aquello sobre lo que no tienen influencia.
Pueden ver las crisis como una parte natural de la vida, identificar problemas y también enfrentarse a situaciones difíciles de la vida. A partir de esto desarrollan expectativas realistas de sí mismas y de las demás personas.
Pueden abordar la ambigüedad y las contradicciones utilizando el principio de “tanto lo uno como lo otro”.
Utiliza las siguientes intervenciones para explorar, fortalecer y ampliar el área de competencia de aceptación y realidad.
La terapia de aceptación y compromiso (TAC) tiene como objetivo aumentar la flexibilidad mental y psicológica del sistema de una persona.
Con la intervención “Aceptar mi comportamiento y sus efectos”, la persona descubrirá si un determinado comportamiento representa una estrategia de afrontamiento deseada a largo plazo o si el comportamiento es parte de una estrategia de evitación que sólo es útil a corto plazo.
Las crisis también son ofertas que invitan a las personas afectadas a cambiar cosas en sus vidas, ya sea en el desarrollo de equipos, en una relación de pareja o en su grupo de activistas.
Con el principio de “sí y…”, las personas afectadas aprenden a interactuar con las ideas y percepciones de las demás personas.
Promueven el efecto del fluir y pueden abordar la resolución de problemas de manera más cooperativa, incluso en momentos estresantes.
La delimitación es un arte de autofortalecimiento y forma parte de los principios básicos de la prevención del estrés y las crisis.
Con la posibilidad de utilización de seis estrategias de delimitación diferentes, las personas afectadas y/o participantes de un proceso de formación aprenden en la intervención “Sí a mí mismo(a)”, a encontrarse con colegas, superiores, otros activistas, etc. con horizontalidad, a entrar objetivamente en un proceso de negociación y a aumentar su productividad y rendimiento.
Utilizando el modelo del impulsor, las personas afectadas pueden identificar las causas de las exigencias excesivas que ejercen hacia sí mismos(as).
Con el ejercicio “Realinear los impulsores”, aprenderás a equilibrar sus impulsores internos y a desarrollar más fuerza y serenidad para afrontar los factores estresantes personales y los desafíos diarios.
Fuente:
Amann, Ella Gabriele; Egger, Anna. (2021). Micro-Inputs Resilienz. managerSeminare. Bonn. Pág. 140-141.
Traducido y adaptado por Rita Muckenhirn. 16.01.2025