INTRODUCCIÓN
MODULO 1: FUNDAMENTOS DE LA TRANSFORMACIÓN DE CONFLICTOS
Módulo 2: Comprendiendo el conflicto I - Bases y enfoques
Módulo 3: COMPRENDIENDO EL CONFLICTO II - Herramientas
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Tomando conciencia del trauma

La gente herida hiere a la gente.
El dolor que no se transforma se transfiere.

Adaptado de P. Richard Rohr

Introducción

Para poder prepararnos mejor de cara a las emociones que pueden surgir a lo largo del diagnóstico del conflicto, es importante tomar conciencia del trauma.

Con esta breve introducción identificaremos:

  • tipos y fuentes de trauma y los efectos en individuos y grupos;  
  • impactos del trauma en el cuerpo, el cerebro, las creencias y el comportamiento de las y los individuos y las comunidades; 
  • los vínculos entre el trauma y los ciclos de victimización y violencia, en familias, organizaciones, comunidades y naciones. 

Acá queremos solamente brindar una introducción básica que debemos manejar como formadores(as) y facilitadores(as) de procesos de transformación de conflictos.

Esta lección se basa en el Manual de Seguridad Humana que cuya audiencia meta son tanto civiles como militares y policías que trabajan en entornos complejos sobre los retos compartidos del estrés y el trauma y el impacto en las relaciones entre civiles, militares y policías.

La lección analiza los diferentes tipos de trauma y estrés, así como su impacto en los cuerpos, cerebros, creencias y comportamientos de las personas. La lección ilustra y describe cómo el trauma alimenta un ciclo de violencia, ya que las personas traumatizadas toman decisiones para buscar venganza o dañar a otros, lo que conduce a un mayor trauma. 

1. Estrés y trauma en entornos complejos 

Los civiles, los militares, la policía y cualquier persona que viva y trabaje en entornos complejos experimentarán estrés y traumas. Algunas personas pueden participar en el daño a otros, experimentar el daño ellas mismas, presenciar el daño hecho a otros, o una combinación de los tres. En el pasado, las guerras se libraban en los campos de batalla, donde el trauma solía estar separado de la población civil. Los conflictos armados actuales, así como los sistemas represivos provocan un daño mucho más directo a las personas civiles. Las y los civiles, los militares y la policía pueden vivir con un miedo constante y una sensación de amenaza y ansiedad por lo que les pueda pasar. Pueden ser agresivos o impacientes entre sí, culparse o buscar venganza entre ellos si no encuentran formas adecuadas de gestionar el estrés y el trauma. 

2. Definiciones de estrés y trauma 

El estrés se produce cuando nuestros cuerpos, mentes o emociones responden a un acontecimiento externo. Como parte natural de la vida, el estrés puede tener un efecto positivo o negativo en la calidad de vida. Algunos tipos de estrés nos motivan hacia resultados positivos. Si no hay estrés, la productividad es baja y podemos sentirnos desmotivados. Pero un exceso de estrés provoca angustia y puede conducir a la frustración, la ansiedad y la enfermedad. El estrés continuado puede conducir al agotamiento, la ansiedad, la depresión y el burnout. 

El estrés traumático se refiere a una herida emocional que resulta de experimentar o presenciar un evento o eventos traumáticos: un evento o una serie de eventos altamente estresantes y horripilantes en los que uno siente una falta de control, impotencia y amenaza de lesión o muerte. La palabra “trauma” viene del griego y significa “herida”. No todas las personas que experimentan un acontecimiento traumático o situaciones traumáticas experimentan estrés traumático. El estrés traumático se produce cuando nuestra capacidad de respuesta a la amenaza se ve desbordada. 

Los eventos traumáticos pueden ser 

Evento(s) único(s) 

Un acontecimiento único e intenso, natural o provocado por el hombre, en el que existe una grave amenaza de daño o muerte. 

Eventos continuos o repetidos 

Acontecimientos o situaciones traumáticas de larga duración (continuos o repetidos a intervalos), a menudo sin puntos claros en los que comenzó o terminará, y extremos en sus efectos sociales, económicos, espirituales, emocionales y políticos en individuos, familias, comunidades y sociedades. 

Reacción (o trastorno) de estrés agudo

Reacción (o trastorno) de estrés agudo es el término diagnóstico para las reacciones al trauma que duran un mínimo de dos días y desaparecen en 30 días. 

Trastorno de estrés postraumático (PTSD)

El trastorno de estrés postraumático (PTSD por sus siglas en inglés) es el término diagnóstico utilizado para las reacciones que no desaparecen en 30 días. Causan un malestar significativo y afectan a la capacidad del individuo para funcionar socialmente, laboralmente y/o domésticamente. Las reacciones al trauma no siempre aparecen inmediatamente. Pueden permanecer latentes indefinidamente y aparecer días, semanas, meses o incluso años después del suceso, a menudo como respuesta a un suceso traumático posterior o a un desencadenante o activador. 

Todos los tipos de trauma pueden afectar a individuos, grupos o sociedades enteras.

3. Definiciones de Trauma Colectivo o Social 

Existen diferentes formas de trauma que afectan a comunidades o sociedades enteras. 

Las catástrofes naturales como los huracanes, los tifones, los tsunamis, los terremotos y los volcanes pueden provocar un estrés y un trauma generalizados. En general, el nivel de estrés y trauma puede correlacionarse con el hecho de que si los servicios gubernamentales o la sociedad civil sean resistentes y capaces de responder para satisfacer las necesidades humanas. 

Fallos humanos

Los fallos humanos, como el derrumbe de edificios, la ruptura de diques, los accidentes aéreos, los accidentes nucleares y la contaminación química, también pueden causar un trauma generalizado y suelen ser más difíciles que las catástrofes naturales. La gente puede culpar a un número relativamente pequeño de individuos responsables, a una corporación o a un gobierno. 

Daños deliberados

Los daños deliberados, como la violencia estructural, que incluye instituciones y políticas que perjudican a determinados grupos, o los ataques violentos directos, las violaciones, la violencia doméstica, las masacres, la tortura o la guerra. Los daños deliberados suelen dar lugar a una combinación de vergüenza, humillación, impotencia, miedo y/o ira. Los daños deliberados también incluyen ataques culturales a la dignidad e identidad de un grupo. La violencia sexual y de género es un daño psicológico y físico deliberado contra ambos mujeres y hombres.

4. Estrés traumático inducido por la participación (PITS) 

La participación activa en la provocación de un trauma (incluso en el cumplimiento del deber) es una causa de trastorno de estrés postraumático. Los investigadores también lo denominan “Estrés Traumático Inducido por la Perpetración”. A veces se denomina “daño moral” porque dañar a otros puede sentirse como que va en contra de nuestra moralidad o sentido de la ética. 

El personal militar y policial puede experimentar las consecuencias psicológicas del síndrome del trauma inducido por la participación (PITS). 

5. Fatiga por compasión, trauma secundario y agotamiento 

Ser testigo, ver o escuchar sucesos traumáticos en la vida real o a través de los medios de comunicación puede provocar un trauma secundario.

Los investigadores documentan que las personas que ven imágenes televisadas de sucesos traumáticos repetidamente tienen una tasa más alta de síntomas de trauma que los que ven estos sucesos sólo una vez. 

Cuidar de personas traumatizadas puede aportar satisfacción y sentido a la propia vida. A algunos cuidadores(as) se les ha enseñado a poner las necesidades de las y los demás por encima de las suyas. Como comparten fácilmente las emociones de las y los demás, son vulnerables a interiorizar el dolor y el sufrimiento de quienes pretenden ayudar. A veces sienten que pierden el sentido de sí mismos. Cualquier trauma personal no resuelto en su propia vida puede ser activado por reportes y testimonios de traumas similares en aquellos a los que están ayudando. Finalmente, pueden sentir un cansancio debilitante, una profunda sensación de agotamiento físico, emocional y espiritual. 

Cuando la carga de cuidar a las y los demás recae en un número inadecuado, es decir demasiado reducido, de personas que deben trabajar muchas horas sin oportunidad de recuperarse durante un período prolongado, los síntomas debilitantes de “fatiga por compasión” son un signo frecuente de trauma secundario.

El exceso de trabajo sin un tiempo adecuado para el autocuidado, como la relajación, el sueño, el entretenimiento y la alimentación, también puede conducir al agotamiento emocional, físico y mental. 

Entre las personas que corren un alto riesgo de sufrir un trauma secundario, agotamiento o fatiga por compasión se encuentran 

  • Las y los trabajadores de atención a catástrofes y emergencias 
  • Personal médico 
  • Clérigos, capellanes y profesionales de la salud mental 
  • Miembros de la familia, amigos y socios de los supervivientes del trauma 
  • Abogados, defensores y trabajadores de servicios humanos 
  • Personal policial y militar que atiende las necesidades de los civiles 
  • Asistentes de líneas telefónicas de crisis, y cualquier persona que se preocupe y escuche las historias de miedo, dolor y sufrimiento de otros.

Y por supuesto, también formadores(es) y facilitadores(as) de la transformación de conflictos.

6. Estructura del cerebro y trauma 

La propia estructura del cerebro influye en el proceso de percepción. Los conflictos, la violencia y los traumas afectan en gran medida a la capacidad de las personas para pensar y percibir con precisión.

En medio de un conflicto, las personas responden a situaciones traumáticas o que producen miedo a través de su tronco cerebral.

El cerebro reptiliano o tronco cerebral es la base inmutable del sistema nervioso humano que controla las funciones animales básicas como la digestión, la transpiración y las reacciones automáticas como la respiración.

Es el lugar de las respuestas “instintivas” al conflicto o a la amenaza, como el impulso de congelarse, luchar o huir.

El sistema límbico es el núcleo emocional del cerebro, donde las personas sienten miedo, ira, odio, alegría, etc. Estas dos partes del cerebro forman el núcleo del cerebro inferior. 

La corteza cerebral, ilustrada en este diagrama en la capa frontal y exterior del cerebro, controla el pensamiento racional. Esta parte del cerebro observa, anticipa, planifica, responde y organiza la información. Ayuda a las personas a tomar decisiones lógicas, reflexionar y crear ideas. Lo ideal es que controle las dos partes anteriores del cerebro.

Como esta parte del cerebro ayuda a integrar y regular los impulsos emocionales y a controlar los impulsos, las personas pueden aprender a controlar sus reacciones emocionales e incluso sus respuestas fisiológicas a los conflictos, como los músculos tensos, las manos frías y la sudoración resultante del miedo o el trauma.

La corteza cerebral o cerebro racional es la última parte del cerebro que se compromete en una situación de crisis. 

En medio de un conflicto, una amenaza o algún tipo de experiencia traumática, el cerebro racional suele verse desbordado y las otras dos partes toman el control con reacciones emocionales o instintivas.

Cada individuo desarrolla unos “botones” particulares que, al ser “pulsados”, provocan reacciones. El torrente de adrenalina y sustancias químicas que recorre el cuerpo puede desencadenar una serie de reacciones físicas.

El “recuerdo” del trauma o la crisis puede permanecer en el cerebro durante años si el cerebro racional no ha tenido la capacidad de identificar y procesar la situación de crisis.

El córtex ayuda a las personas a regular sus emociones, como el miedo, a establecer relaciones y sentir empatía por los demás, y a procesar cuestiones de moralidad y ética. 

7. Efectos comunes del estrés y el trauma 

El estrés y el trauma pueden provocar una amplia gama de reacciones emocionales, cognitivas, físicas y espirituales.

Todas las personas responden al estrés y al trauma. Es un mito que las personas “fuertes” puedan manejar el estrés.

Las personas de diferentes culturas y géneros responden al trauma de diferentes maneras. En muchas culturas, la socialización de género de los hombres puede fomentar la respuesta al estrés y al trauma con ira o incluso con violencia. La socialización de género de las mujeres puede permitirles responder con tristeza o dolor y hacer menos aceptable que expresen ira o rabia.

Algunas personas gestionan el estrés y el trauma de forma saludable, mientras que otras se vuelven destructivas para sí mismas o para los demás. 

Cada individuo responde al estrés y al trauma de formas distintas. Sin embargo, existen patrones comunes.

Inmediatamente después del trauma, las hormonas del estrés suelen inundar el cuerpo y las personas sienten shock y dolor. A continuación, las personas suelen hacerse preguntas como “¿Por qué yo?” y pueden sentir vergüenza y humillación por su victimización, así como culpa de superviviente.

A medida que pasa el tiempo, las personas pueden deprimirse, desear la venganza, o ambas cosas, sintiendo que la venganza aliviará su depresión. Para algunas víctimas, el deseo de venganza les lleva de un ciclo de víctima a un ciclo de agresor en el que utilizan la violencia sobre las y los demás y ponen sus propias necesidades por encima de las de los demás.

Otras pueden sentirse insensibles. Y otros pueden encontrar fuerzas para buscar formas de salir de la crisis.

Los diagramas siguientes ayudan a identificar estos diferentes patrones. 

La siguiente gráfica nos muestra algunos efectos que pueden tener el estrés y los traumas vividos a nivel de nuestra salud mental, emocional y física.

Estos efectos a nivel de nuestro cerebro, nuestras emociones y nuestro cuerpo generan también comportamientos distintos.

8. Ejemplos de problemas sociales en sociedades profundamente traumatizadas 

Las respuestas individuales al trauma repercuten en la sociedad en general con patrones de comportamiento social. Las familias pueden transmitir el trauma de una generación a otra. Cuando un gran número de individuos sufre un trauma, pueden producirse amplios patrones sociales. 

Las sociedades pueden dividirse profundamente en relación a cuestiones sociales, políticas y económicas. La gente puede llegar a ver el conflicto como “nosotros” contra “ellos” o “el bien” contra “el mal”, sin una comprensión real de las cuestiones que impulsan el conflicto. La comunicación entre los grupos es difícil, lo que dificulta los procesos políticos negociados, aumentando la posibilidad de que los individuos y los grupos utilicen la violencia para lograr sus objetivos. Algunos pueden ver la muerte o el suicidio como una opción mejor que la vergüenza, la humillación o la pérdida de su identidad de grupo. 

La gente puede perder la confianza en el orden público que debería dar respuesta a la violencia basada en género, las violaciones, los secuestros, las pandillas juveniles, el crimen organizado y la destrucción humana del entorno natural. El trauma puede influir en la capacidad de una sociedad para abordar los problemas y conflictos actuales. 

Algunos grupos pueden ver la muerte como algo mejor que perder su identidad de grupo o ser avergonzados por las y los demás 

Apoyar la seguridad humana en sociedades traumatizadas requiere ayudar a las personas a identificar los daños, hacer valer sus necesidades y salir del ciclo de la violencia. 

9. Ciclos de violencia 

Las respuestas al trauma suelen conducir a un ciclo de violencia hacia uno(a) mismo(a) y hacia las y los demás, como se ilustra en la siguiente figura. Algunas respuestas al estrés y al trauma son autodestructivas. Los expertos llaman a estas respuestas de “actuación” parte del “ciclo de la víctima”. Otras respuestas al estrés y al trauma dañan a las y los demás. Las personas expertas llaman a estas respuestas “actuar hacia fuera”, o parte del “ciclo del agresor”. 

Profundizaremos en este ciclo de violencia más adelante ya que su comprensión es clave para poder diseñar intervenciones, por ejemplo, en el ámbito de sanación, reconciliación y resiliencia.

En síntesis

En esta lección se han identificado los diferentes tipos y fuentes de trauma y los efectos del trauma y el estrés en individuos y grupos. El trauma y el estrés tienen un impacto en el cuerpo, el cerebro, las creencias y el comportamiento de los individuos y las comunidades. La falta de atención al estrés y al trauma puede contribuir a los ciclos de victimismo y violencia en las familias, organizaciones, comunidades y naciones. 

Fuentes:

Schirch, Lisa (editor). Handbook on Human Security: A Civil-Military-Police Curriculum. The Hague, The Netherlands: Alliance for Peacebuilding, GPPAC, Kroc Institute, March 2016. Lesson 29 Trauma Awareness. Pp. 254 – 260

Esta lección fue adaptada del Manual “Trauma Awareness and Resilience Training” (disponible sólo al tomar el curso de entrenamiento STAR: http://www.emu.edu/cjp/star/toolkit/)  

Definición PITS: Rachael M. MacNair, in Perpetration-Induced Traumatic Stress: The Psychological Consequences of Killing, (New York: Praeger, 2005). STAR usa más bien la palabra “Participación” en vez del término “Perpetration”de MacNair para referirse al mismo fenómeno.

Traducido con pequeñas adaptaciones por Rita Muckenhirn, Julio 2021