“Las primeras teorías sobre la confianza la describían como un fenómeno unidimensional que simplemente aumentaba o disminuía en magnitud y fuerza dentro de una relación. Sin embargo, los enfoques más recientes de la confianza sugieren que ésta se construye a lo largo de un continuo de etapas jerárquicas y secuenciales, de modo que a medida que la confianza crece hasta niveles ‘superiores’, se hace más fuerte y resistente y cambia de carácter.
En las primeras etapas de una relación, la confianza se encuentra en un nivel basado en el cálculo. En otras palabras, un individuo calculará cuidadosamente cómo probablemente se comporte la otra parte en una situación determinada en función de las recompensas al ser digno de confianza y de los elementos disuasorios contra el comportamiento indigno de confianza. De este modo, las recompensas y los castigos constituyen la base del control que tiene una persona que deposita confianza para garantizar la coherencia del comportamiento de la persona en la que confía.
Los individuos que deciden confiar en el otro contemplan mentalmente los beneficios de permanecer en la relación con la persona que deposita la confianza en ellos frente a los beneficios de “engañar” esta relación, y los costes de permanecer en la relación frente a los costes de romperla.
La confianza sólo se extenderá a la otra parte en la medida en que este cálculo de coste-beneficio indique que la continuidad de la confianza producirá un beneficio neto positivo. Con el tiempo, la confianza basada en el cálculo (CBT) puede construirse a medida que los individuos gestionan su reputación y garantizan la estabilidad de su comportamiento actuando de forma coherente, cumpliendo los plazos acordados y cumpliendo las promesas. La CBT es un fenómeno de confianza impulsado en gran medida por la cognición, basado en juicios sobre la previsibilidad y la fiabilidad de los fideicomisarios.
Sin embargo, a medida que las partes llegan a un conocimiento más profundo de la otra a través de repetidas interacciones, pueden volverse más conscientes de los valores y objetivos compartidos. Esto permite que la confianza crezca hasta un nivel superior y cualitativamente diferente. Cuando la confianza evoluciona hasta el nivel más alto, se dice que funciona como confianza basada en la identificación (CBI o IBT en inglés)
En esta fase, la confianza se ha construido hasta el punto de que las partes han interiorizado los deseos e intenciones de la otra. Entienden lo que realmente le importa a la otra parte de forma tan completa que cada parte es capaz de actuar como agente de la otra. La confianza en esta fase avanzada también se ve reforzada por un fuerte vínculo emocional entre las partes, basado en un sentimiento de objetivos y valores compartidos. Así pues, a diferencia de la CBT, la CBI es un fenómeno más emocional, basado en la percepción de la atención y la preocupación interpersonales, y en la satisfacción de las necesidades mutuas.” (Lewicky et al, 2003).
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