Módulo 5.2. Intervenciones - La Comunicación
Módulo 5.3. Intervenciones para transformar el conflicto
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Plan de Acción del Movimiento

El Plan de Acción de Movimientos Sociales (MAP por sus siglas en inglés) es una meta-estrategia para construir la democracia participativa y se basa en el Modelo de Poder Popular (Peoples-Power-Modell) de los movimientos sociales libres de violencia.

Supuestos básicos de Moyer:

  • Los que están en el poder sólo pueden gobernar mientras tengan el consenso y el apoyo del pueblo. Por lo tanto, un movimiento no puede consistir en apelar a los gobernantes y tratar de convencer directamente a los responsables de cambiar sus políticas. “La tarea central de los movimientos sociales es ganar los corazones, las mentes y el apoyo de la mayoría de la población”.
  • Uno de los objetivos principales de los movimientos sociales es educar, galvanizar, inspirar y, en última instancia, implicar a la mayoría de los ciudadanos.

Parte del valor del MAP es que invita a pensar y actuar estratégicamente. El modelo ayuda a las y los activistas a analizar el movimiento en el que participan o quieren ayudar a construir, y a alinear sus acciones y campañas en función del estado del movimiento.

De este modo, ofrece la posibilidad de evaluar las propias actividades desde una perspectiva más amplia que las intuiciones e impulsos inmediatos. Quizás el hallazgo más sorprendente de MAP es que en los momentos en que muchos activistas menos creen en el éxito (percepción de fracaso del movimiento), el movimiento puede dar a menudo un paso significativo hacia el éxito.

Las 8 fases del Plan de Acción del Movimiento

1: Tiempos normales

Los tiempos normales son tiempos políticamente tranquilos. La gran mayoría de la sociedad no sabe que existe un problema concreto y/o apoya la práctica de las políticas institucionales que causan el problema. Los grupos de afectados(as) y algunas organizaciones ya están llevando a cabo acciones y campañas a pequeña escala.

2: Demostrar el fracaso de la institución

La intensidad del sentimiento público -opiniones y descontento- que necesitan inicialmente los movimientos sociales sólo puede desarrollarse cuando el público se da cuenta de que las políticas dominantes violan las opiniones, los principios y los valores ampliamente aceptados y que un problema social no puede solucionarse a través de las vías establecidas.

3: Madurando las condiciones

El movimiento ya es visible, pero todavía es relativamente pequeño. Se están formando nuevos grupos y redes, trabajando principalmente a través de la educación sobre el tema, y se están llevando a cabo más acciones. La concienciación y el descontento crecen entre la población.

4: Los albores o el despegue del movimiento

A menudo (no siempre) esta fase comienza con un acontecimiento clave desencadenante (por ejemplo, un desastre técnico o un acontecimiento de protesta sensacional). Las acciones tienen lugar en muchos lugares, surgen muchos grupos nuevos. En la percepción pública, esta fase se equipara al “movimiento social”. Sin embargo, si no hubiera pasado antes por las otras fases, no habría entrado en esta fase. La atención pública y la concienciación sobre el problema siguen aumentando.

5: Crisis de identidad e impotencia

A esta fase alta le suele seguir, como quinta fase, un sentimiento de fracaso, impotencia y crisis de identidad entre algunos de los y las activistas. Durante la relativamente corta fase de despegue, habían creído que podrían detener a los gobernantes en una confrontación directa, pero esto no suele tener éxito. La participación en las acciones disminuye, al igual que la presencia en los medios de comunicación. Curiosamente, esta fase suele ser paralela a la sexta, ganándose a la mayoría de la población.

6: Apoyo masivo del público

Se hacen posibles coaliciones más amplias y las instituciones principales se hacen cargo del tema. Varios subobjetivos y campañas coexisten. Se aprueban reformas menores. La tarea del movimiento debe consistir en ganarse las simpatías, las opiniones y, sobre todo, el apoyo activo de una parte cada vez mayor de la población y en implicarla en el proceso de resistencia y cambio. Hay que dar a conocer las posibles soluciones y alternativas y reducir el miedo a las mismas.

7: Éxito

Esta fase es un proceso largo, no un evento. Hay menos personas activas, pero tienen más poder. El éxito del movimiento es de esperar cuando ha surgido un nuevo consenso social en cuanto a los objetivos y alternativas del movimiento en un proceso (¡a menudo de años!). En esta fase, se trata de no conformarse con soluciones parciales, sino de lograr un cambio de paradigma social fundamental. Cambio de paradigma que hay que conseguir.

Diferentes variantes:

  • enfrentamiento dramático con manifestaciones masivas, etc,
  • enfrentamiento silencioso (el movimiento continúa su labor a largo plazo hasta alcanzar el éxito),
  • desgaste (a menudo no se percibe como éxito, los éxitos del movimiento son apropiados por las élites y comunicados al exterior).
8: Continuación de la lucha

La percepción pública del movimiento está disminuyendo. Los éxitos tienen que ser anclados y defendidos contra el retroceso.

Con nuevos objetivos y nuevas campañas, se continúa el cambio social fundamental en el sentido de una espiral.