Violaciones de las expectativas
Las violaciones de la confianza se producen cuando las expectativas positivas y seguras que tiene la persona que deposita la confianza sobre quien es receptor de la confianza (es decir, el infractor o agresor) no se confirman.
La primera generalmente se considera como la víctima de la violación de la confianza, mientras el segundo se denomina como el infractor o incluso agresor. Estas violaciones reducen la confianza posterior y pueden reducir el grado de cooperación de entre ambas partes – las víctimas de estas violaciones con el infractor.
Investigaciones realizadas han demostrado que las violaciones de la confianza impiden el apoyo mutuo y el intercambio de información, e incluso ejercen efectos negativos sobre los comportamientos de la ciudadanía organizada, el desempeño, la rotación de miembros y los resultados obtenidos.
Es probable que la experiencia de una violación de la confianza dé lugar a que la persona que confía haga
- (1) una valoración cognitiva de la situación y
- (2) experimente un estado emocional de angustia.
La valoración cognitiva se refiere a la asignación de la culpa al “infractor” por parte de la “víctima” y a la evaluación de los costes asociados a la violación.
La reacción emocional se compone probablemente de una mezcla de ira, decepción y/o frustración hacia uno mismo por haber confiado y hacia el agresor por haber explotado esa confianza.
Veamos ahora cómo las violaciones a las expectativas pueden dañar la confianza interpersonal.
Efecto de violaciones de expectativas en la confianza interpersonal
El efecto negativo de una sola violación de confianza puede variar mucho.
Si se da la violación de confianza de manera aislada, no necesariamente daña la relación, sino solamente si surge un patrón de violaciones que sí dañará gravemente la relación.
Así que podemos ver que no todas las violaciones de la confianza son iguales. Esto implica que para analizar su efecto en una relación, necesitamos una forma de describir e incluso “medir” cuánto daño cognitivo y/o emocional ha generado.
En el caso de ofensas menores a la confianza, la persona afectada simplemente puede comenzar a evitar las transacciones con el infractor en el futuro, y de negarle su apoyo y cooperación. No obstante, hay situaciones en las que no se puede poner fin a la relación, por ejemplo, cuando las partes tienen que seguir interactuando o trabajando juntas.
Posiblemente sostienen la fachada de cooperación superficial y/o transacciones específicas muy controladas. Estos se consideran como enfoques relativamente pasivos de estrategias de gestión de la baja confianza.
A medida que la gravedad de la ofensa aumenta, es más probable que la víctima experimente reacciones cognitivas y emocionales negativas más fuertes, incluyendo un sentimiento de indignación moral. La confianza sufrirá daños muy fuertes, a veces incluso hasta el punto de ser completamente destruida lo cual contribuye a un rápido crecimiento de la desconfianza. Esto a su vez contribuye a la escalada del conflicto ya que la víctima probablemente sea partícipe o agente de reacciones más severas a la violación de la confianza, incluyendo la exigencia de retribución y/o la terminación de la relación.
Gravedad de la ofensa
La gravedad de la ofensa puede tener diferentes expresiones:
La magnitud de la ofensa.
¿Qué tan grave fueron las consecuencias sufridas por la víctima?
Número de infracciones anteriores.
¿Existe un patrón claro de violaciones anteriores de la confianza? Aunque cada una ha sido relativamente menor cuando se considera de forma aislada, el patrón general puede considerarse una violación grave. Como dice el proverbio “gota que colma el vaso”, es el patrón de violaciones de la confianza lo que demuestra que el infractor no es digno de confianza en el futuro. Sin embargo, cuando hay pocas violaciones en el pasado, cualquier violación de la confianza puede considerarse la excepción y no la regla.
Dimensión específica de la confianza violada.
Es probable que las violaciones de la integridad y la benevolencia se experimenten como más graves y perjudiciales que las violaciones que involucran la capacidad de la víctima. Los ejemplos pueden incluir el engaño intencionado, el incumplimiento deliberado de una promesa u obligación, y el trato grosero e irrespetuoso.
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