La tipología de Glasl se basa en las características que son “directamente relevantes” y que, según la experiencia, proporcionan puntos de referencia fructíferos, incluso a pesar de los intentos de influir en las partes del conflicto.
Por lo tanto, buscamos los puntos de orientación para una tipología orientada a la acción en las manifestaciones del conflicto. Aunque las partes en conflicto pretendan lo contrario, debemos partir de lo que aparece como expresión. No importa si lo hacen con fines engañosos o no. En cualquier caso, determina el curso del conflicto, el comportamiento de las partes en conflicto.
Así que, ante todo, hay que percibir cómo presentan el conflicto las propias partes del mismo. Nuestro juicio como externos no es nada fructífero, al menos en las primeras fases de la intervención en el conflicto.
Por eso intentamos partir de puntos de orientación que sólo requieren un mínimo de interpretación y que, sin embargo, ofrecen pistas para las primeras intervenciones.
Partimos de tres puntos de vista:
2 El alcance de los esfuerzos
¿Afirman las partes las posiciones existentes (las suyas y las de la otra parte) dentro del marco general y las relaciones posicionales dadas, o simplemente quieren cambiarlas con la ayuda del conflicto?
¿Aceptan el marco global común y las relaciones posicionales dadas, o lo rechazan?
La siguiente tabla que ya habíamos presentado al inicio de este sub-módulo resume las tipologías orientadas a la acción:
Los “temas” son puntos de partida importantes para nosotros:
Cuando se trata de la manifestación de conflictos, también podemos tener que sumergirnos en el clima de la disputa mediante métodos no racionales de percepción para acceder a la forma de la disputa “desde dentro”. No podemos limitarnos a registrar las formas de expresión de la situación de conflicto como forasteros distanciados y juzgarlas según nuestros propios sistemas de valores.
Sin embargo, con las tres perspectivas mencionadas, hay que subrayar que éstas sólo pueden ser “instantáneas” en un proceso de conflicto continuo. Cuanto más se agrave el conflicto -incluso después de que un consejero/facilitador/mediador haya entrado en la situación de conflicto- más se puede ampliar el escenario del conflicto, más se puede utilizar la violencia, etc.
Junto con las descripciones de los niveles de escalada, sólo será posible sacar conclusiones para las intervenciones en la gestión de conflictos. Pero incluso éstas pueden estar sujetas a considerables fuentes de error. Con la ayuda de la tipología y los métodos de diagnóstico, sólo se puede intentar reducir las posibilidades de error a un nivel razonablemente aceptable.
Fuente:
Glasl, Friedrich. 2013. Konfliktmanagement. Páginas 65-67