Introducción
Módulo 1: Fundamentos de la Transformación de Conflictos
Módulo 2: Comprendiendo el conflicto I - Bases y Enfoques
Módulo 3: Comprendiendo el conflicto II - Herramientas
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El marco o la arena del conflicto: micro, meso y macro conflictos

Arenas de un conflicto en la práctica

Un conflicto entre profesores en una escuela puede tener lugar en el ámbito microsocial cuando sólo la dirección de la escuela está involucrada en el conflicto y el resto de las y los profesores, alumnos y madres/padres no participan en él.

Sin embargo, el conflicto también puede haberse expandido al ámbito meso-social cuando grupos de profesores se enfrentan o cuando el conjunto de madres y padres, normalmente a través de representantes, ha entrado en confrontación con un grupo de profesores(as) o un consejo de estudiantes.

Cuando los conflictos adoptan formas extremas y exigen además la intervención de los órganos de la administración pública, que a su vez dan lugar a acciones de los partidos políticos o de los grupos de interés que representan a las y los profesores de ese país, entonces el conflicto puede incluso adquirir proporciones macrosociales.

Introducción

Es posible ver por simple observación de los temas de las partes del conflicto, sin mucha más interpretación o análisis, si los temas se relacionan con el marco micro-social, meso-social o macro-social. Y es relativamente fácil observar quién articula los temas y los introduce en el conflicto, si lo hacen las partes en conflicto directamente o a través de “portavoces”, “representantes” u otros intermediarios(as). Entonces se puede responder a la pregunta de a qué marco pertenecen las partes del conflicto. ¿Hablan en nombre propio o como representantes de un colectivo?

¿Se aseguran de que el conflicto no se desborde y traspase del micro-marco al meso-marco?

En este punto debemos advertir de un malentendido: el factor decisivo no es si las partes del conflicto pertenecen formalmente a una entidad meso o macrosocial. Porque así será, naturalmente, en la mayoría de los casos, al igual que se es ciudadano(a) de un Estado, miembro de una iglesia, residente de un barrio o miembro de una asociación.

Lo decisivo para determinar los límites del marco del conflicto es si las acciones conflictivas surten efecto dentro de un marco reducido y son establecidas por las personas dentro de este marco, o si afectan al funcionamiento de un campo social más amplio.

Entonces, ¿el conflicto se limita al marco microsocial o va y viene entre lo micro y lo meso?

Cuanto más grande es el escenario en el que se desarrolla un conflicto, más compleja es la situación social. Porque a las tensiones del equipo directivo de la escuela se suman las numerosas relaciones y conflictos dentro del personal docente, entre madres/padres o alumnos, y luego también entre estas agrupaciones. En cuanto el conflicto desemboca en la intervención política del municipio o de los grupos de interés, se añaden nuevas relaciones a las ya bastante complejas, que se mezclan con las ya existentes. – En otras palabras, se forman niveles de complejidad que se superponen, se interpenetran y a menudo se influyen mutuamente.

La investigación ha demostrado que un gran número de mecanismos psicosociales en los conflictos microsociales son similares a los de las entidades meso y macrosociales. Incluso es posible reducir y simular los conflictos internacionales a una fórmula análoga a los conflictos entre particulares. Especialmente los estudios de R. White (1965, 1966 y 1977) sobre las relaciones entre EE.UU. y la URSS, entre las partes en conflicto en la guerra de Vietnam, así como entre israelíes y árabes, lo ilustran muy claramente.

No obstante, hay que advertir que no hay que sacar conclusiones de la analogía en el análisis con formas análogas de tratar los conflictos.

Conflictos en el contexto microsocial

Incluimos todos los conflictos que tienen lugar entre dos o más individuos o en pequeños grupos. Aquí todo el mundo se conoce y puede haber interacciones directas, las llamadas “cara a cara”. Los miembros del grupo se reconocen directamente entre sí, la estructura de relaciones es en general manejable para todos(as).

Aunque algunas personas se conviertan en figuras clave y otras asuman a veces una función de liderazgo, las relaciones siguen siendo directas.

Un conflicto en el equipo directivo de un banco puede desarrollarse en un entorno microsocial y los implicados pueden hacer todo lo posible para que no se amplíe la arena. Las intervenciones de gestión de conflictos pueden dirigirse directamente a los miembros del grupo porque las relaciones entre ellos siguen siendo directas.

Conflictos en el marco meso-social

Las entidades sociales de tamaño medio (“meso-social”) como las escuelas, las autoridades administrativas, las fábricas, etc. se construyen a partir de unidades micro-sociales.

Dentro de estas unidades, las relaciones sociales se estructuran según las condiciones funcionales de los pequeños grupos; a menudo, las relaciones directas ya no son posibles entre estos elementos de la organización.

La comunicación se realiza principalmente a través de intermediarios(as) que actúan como exponentes de un departamento o equipo. A la complejidad de las relaciones en los grupos pequeños se une ahora la de las relaciones intergrupales, menos personales, como un nivel más de complejidad. La intra e intercomunicación puede tener lugar en condiciones, circunstancias y formas muy diferentes y puede provocar tensiones adicionales para las personas implicadas.

A los intereses de los pequeños grupos pueden unirse otros de los representantes del grupo, que pueden utilizar el conflicto para distinguirse y ampliar su posición de poder.

En la situación de los debates, las y los debatientes en muchos casos no tratan de influir en el exponente del partido contrario, sino que quieren mostrar claramente a sus propios partidarios que están representando enérgicamente sus intereses.

Las relaciones de las y los exponentes, los intereses directos de los mismos, así como su posición y sus ambiciones, pueden configurar en gran medida la dinámica del conflicto e incluso anular y eclipsar los conflictos directos de las entidades colectivas.

Es el caso, por ejemplo, de un representante del personal de más edad que teme que sus colegas más jóvenes quieran ocupar su puesto. Para situarse en una buena posición de cara a la reelección, provoca una disputa con la dirección, lo que provoca una polarización en la organización.

Es más difícil determinar la naturaleza de las relaciones de los exponentes de los grupos con sus equipos de apoyo o seguidores. En el marco del análisis de los actores, presentaremos tres modelos para un análisis más cercano de estas relaciones, que hemos llamado figurativamente “tribuno de la plebe”, “senador” y “rey en el exilio”.

Comprender estas relaciones ya requiere una visión más profunda de la situación de conflicto, que, sin embargo, sólo puede obtenerse en una fase posterior de diagnósticos e intervenciones.  Por lo tanto, para determinar el tipo sólo se pueden hacer suposiciones iniciales.

Además, en los conflictos meso-sociales, la organización aparece con sus propios objetivos, tareas, estructuras y procedimientos, etc., que influyen o modifican el comportamiento, el pensamiento y los sentimientos personales.

De ello se derivan tanto posibilidades como limitaciones para la intervención en los conflictos. En el caso de los conflictos más intensos, será necesario crear primero las condiciones en el marco meso-social que permitan trabajar fructíferamente en los conflictos micro-sociales dentro de la configuración general.

Conflictos en el marco macrosocial

En los conflictos que hacen del sistema macrosocial el campo de acción activo, se produce un nivel de complejidad mucho mayor que en los mencionados hasta ahora.

Los niveles de complejidad están anidados unos dentro de otros y dificultan un buen análisis y una buena estrategia de intervención.

Los individuos que actúan como representantes de colectivos en el conflicto están expuestos a múltiples tensiones, y puede, … … puede llevar a la inducción entrelazada múltiple del conflicto.

En un conflicto en la administración de un municipio, los conflictos desde la organización de la autoridad administrativa tocaban a los del consejo municipal, en el órgano político ejecutivo del concejo municipal y en los órganos del partido.

Un funcionario político que desempeña varios cargos al mismo tiempo (líder del partido parlamentario, concejal y edil) tiene que responder ante varios diputados y asegurarse su apoyo.

El partido político local está tan entrelazado con la organización nacional del partido que cabe esperar la intervención en asuntos importantes del órgano nacional del partido. Además, cada persona participa simultáneamente en las tres esferas de la sociedad en su conjunto: la vida económica, la vida política y jurídica, y la vida intelectual y cultural; las tres repercuten en cada individuo. La información y la comunicación se configuran de forma diferente en los medios de la opinión pública que en la dimensión meso (véase L.W. Doob 1970, y L.W. Doob / W.J. Foltz 1973).

Algunas consecuencias de los conflictos en diferentes marcos sociales

En las secciones anteriores hemos esbozado a grandes rasgos qué problemas son característicos del marco micro, meso y macrosocial.

Por lo tanto, el sistema de J. Galtung (1965) nos parece completamente inadecuado a efectos prácticos. Resume los marcos micro, meso y macro de forma demasiado general en un solo “colectivo”.

La diferenciación en intra e interconflictos también sigue siendo demasiado abstracta, sobre todo porque en los conflictos los componentes de los intraconflictos siempre están inextricablemente unidos a los de los interconflictos.

El verdadero problema en los conflictos sociales sigue siendo siempre la interrelación entre los factores que operan en el alma individual con los que existen entre las personas.

En la presentación de la dinámica de la escalada, todavía debe mostrarse que el conflicto tiene la tendencia a ampliar el ámbito social de lo micro a lo meso o a lo macro. La afirmación de en qué ámbito social se desarrolla realmente el conflicto es entonces la de una etapa transitoria y no la de una característica esencial de un conflicto concreto. Sin embargo, proporciona importantes puntos de partida para los esfuerzos de gestión de conflictos. He aquí algunas consideraciones prácticas:

En los conflictos microsociales, las intervenciones pueden iniciarse normalmente tras unas breves actividades de orientación y preparación, que tienen lugar en todo el pequeño grupo.

En los conflictos meso-sociales, las intervenciones en constelaciones de pequeños grupos también son necesarias en un momento dado, pero estos pequeños grupos deben haber construido previamente un puente sostenible con sus equipos de apoyo o seguidores, porque de lo contrario cualquier resultado obtenido puede deshacerse en el encuentro posterior con sus equipos de seguidores. Por eso hay que dedicar mucho cuidado a trabajar estas relaciones entre los grupos y sus exponentes.

Cuando trabajamos en conflictos macrosociales, tenemos mucho más que ver con fuerzas extrapersonales que sólo pueden ser influenciadas en parte por los actores principales. Por lo tanto, la gestión de conflictos tendrá que centrarse más en los factores impersonales; aquí la resolución de conflictos descrita por J. Galtung (1973) a través de los “metaconflictos” resulta especialmente fructífera.

Ejercicio

Piensen en otros ejemplos donde se pueden visualizar las diferentes arenas de un conflicto.

Por ejemplo, un conflicto entre los usuarios de agua potable de una comunidad y el propietario.

Identifiquen en sus propios casos las arenas de un conflicto y su movilidad entre las diferentes arenas del conflicto.