Esta tipología permite diferenciar los conflictos debido a las razones por las que han surgido y por ende nos dan pistas cómo poder solucionarlos:
Los conflictos surgen muchas veces debido a una distribución de recursos que se percibe como injusta. Entonces se habla de un conflicto de distribución.
Varias partes buscan el control, el uso o la propiedad de un recurso escaso o indivisible. Los conflictos de distribución están alimentados por un fuerte clima de competencia o por conflictos relacionales subyacentes (por ejemplo, el aparcamiento de un carro: muchos conductores compiten por unas pocas plazas de aparcamiento, guerras por el petróleo, guerras por el agua).
Por ejemplo:
El proyecto A tiene la impresión que siempre se les abastece con menos recursos que el proyecto B. Los colaboradores del proyecto B, se dice, que ganan más y en viajes a la capital van en camioneta, mientras los colaboradores del proyecto A tienen que acomodarse en bús.
Los pobladores de la comunidad se quejan de que se les recorta el agua porque hay productores que usan la fuente para riego.
Hay escasez de combustible y el gobierno prioriza a un sector económico o ciertos estratos de funcionarios de las instituciones.
A partir de este sentimiento de injusticia pueden surgir una y otra vez tensiones y molestias que se expresan entonces de tal manera que colaboradores de A consideran a los colaboradores de B como arrogantes y creídos y por ende no les pasan información relevante y se provocan interferencias en el trabajo.
Los productores se sienten juzgados injustamente por los pobladores porque ellos garantizan la producción de alimentos y fuentes de empleo. Mientras tanto, los pobladores reclaman su derecho humano al agua que debe ser primero.
Las causas para este tipo de conflictos por distribución están relacionadas entonces con una injusticia o desvalorización percibida que se vive muchas veces como una carencia de reconocimiento y aprecio.
Una herramienta muy útil para tomar conciencia sobre el conflicto por distribución de recursos relacionado a los efectos del cambio climático encontrará en la siguiente página.
Al igual como los conflictos por distribución, también los conflictos por objetivos o por intereses, muchas veces tienen un trasfondo estructural.
Un conflicto de intereses se da cuando dos partes – independientes la una de la otra – persiguen objetivos diferentes o contrarios. Esto en la organización muchas veces está relacionado con diferentes roles que por ende conllevan diferentes intereses, como lo hemos podido ver en el caso de los colaboradores de los departamentos internos y externos o los productores y la comunidad que tienen discrepancias en cuanto al volumen de agua consumido por cada parte.
En el caso del Bosque de Hambach en Alemania, las partes en conflicto son la empresa de extracción de carbón que persigue como objetivo incrementar sus ganancias y los activistas por el clima que quieren evitar mayores emisiones de gases de dióxido de carbono y proteger el clima.
Otro ejemplo para un conflicto por objetivos es cuando el responsable de un área tiene como meta conseguir la mayor cantidad posible de proyectos, porque lo considera como una medida de éxito, mientras sus colaboradores ya no quieren más tareas adicionales porque de por sí ya se sienten desbordados.
En el ámbito internacional, tenemos el conflicto entre Rusia y la Ucraine en la Crisis de Crimea.
A diferencia de los conflictos de intereses, las partes aquí están de acuerdo sobre el objetivo. Sin embargo, aquí pelean por el camino como lograr el objetivo.
Las partes persiguen el mismo objetivo, pero tienen ideas diferentes sobre cómo alcanzarlo, especialmente en situaciones caracterizadas por una gran ambigüedad. En los conflictos de opinión, las diferentes actitudes de valores de las partes y el diferente acceso a la información, o el acceso a una información diferente, juegan un papel importante.
Por ejemplo:
Un movimiento por el clima tiene como objetivo reducir la emisión de dióxido de carbono, pero tiene fuertes peleas sobre cuál es el camino más efectivo para lograrlo. Unos abogan por el trabajo directo con los productores y otros por incidir en políticas públicas. Unos abogan por la vía política-diplomática y otros quieren métodos más provocadores como el bloqueo de una calle de acceso al bosque o la construcción de casas en los árboles para impedir que sean talados.
En la protesta y la lucha contra el capitalismo y el neoliberalismo, las organizaciones antifascistas y las organizaciones pacifistas se comportan de manera diferente, organizaciones de derechos humanos y organizaciones con un enfoque en la construcción de paz tienen muchas veces conflictos acerca de estrategias e intervenciones.
También existe el conflicto relacional que tiene que ver con tensiones debido a antipatías o rechazos personales.
Por ejemplo:
Una de las partes se siente rechazada, menospreciada o no suficientemente valorada por la otra parte o partes como puede ser el caso del trabajo de cuidados no remunerado a nivel de una pareja.
Por ejemplo: Un coordinador de un proyecto, calmo y experimentado, el Señor Mayor, no puede ver ni pintado al ambicioso y dinámico coordinador de equipo, el Señor Joven, porque le molesta su manera de posicionarse y la percibe como desagradable e inadecuada.
Las causas de estas antipatías pueden radicarse en las diferentes estructuras de personalidad y sus valores. Puede ser que el Señor Mayor nunca se permitiría a si mismo un comportamiento directo y seguro como lo expone el Señor Joven y por ende lo detesta.
Antipatías también pueden ser el resultado de experiencias de conflictos anteriores con alguien que se había comportado de manera similar, aunque no se esté consciente de ello. Tal vez el comportamiento del Señor Joven le recuerda al Señor Mayor a un anterior conflicto no resuelto con alguien que se ha comportado de manera similar al Señor Joven, aun cuando no está consciente de ello.
Además del sistema de clasificación aquí presentado, existen otros sistemas de clasificación. Clasificar los conflictos de esta manera puede tener la ventaja de que se pueden obtener puntos de partida para analizarlos y tratarlos a partir de otros conflictos de estructura similar. Sin embargo, si consideramos que en el transcurso de la historia de un conflicto puede haber objetos de conflicto cambiantes, o que un conflicto estructural puede encontrar diferentes formas de expresión manifiestas, entonces queda claro que estas tipologías también pueden tentarnos a clasificar un conflicto apresuradamente como, por ejemplo, un conflicto distributivo, y en consecuencia pasar por alto las conexiones con otras formas de expresión del conflicto.
Así, los conflictos distributivos van a menudo de la mano de los conflictos relacionales, y no pocas veces surge la pregunta: ¿cuál fue realmente el primero? ¿Se está devaluando a la otra parte para establecer la legitimidad del hecho de que le niego el derecho a compartir un recurso, o me siento despreciado por la otra parte y por eso no le concedo agua potable?
Fuentes:
Rüttinger, B. & Sauer, J. (2000). Konflikt und Konflikt lösen. Kritische Situationen erkennen und bewältigen (3. Aufl.). Leonberg: Rosenberger Fachverlag
ForumZFD. BK 2019. Modul 2: Konfliktanalyse