Los obstáculos estructurales son cuellos de botella que no están relacionados con la voluntad de cambio de las personas ni con el entorno jurídico y social, sino que suelen estar vinculados a las infraestructuras, los servicios y los tipos de medios de subsistencia, y suelen ser consecuencia de la pobreza y el subdesarrollo. (Petit, 2019)
Una condición fundamental para que las personas utilicen los servicios es la confianza en la persona o entidad que los presta.
La confianza puede medirse en función de lo respetuoso, competente y compasivo que se perciba al proveedor, pero también puede derivarse de su perfil (etnia correcta, sexo correcto, etc.). La calidad de la relación percibida por el “cliente” también es muy importante para impulsar el uso de un servicio, medido por la “experiencia del usuario”.
Las circunstancias de la vida de una persona, como el aislamiento geográfico, vivir en una zona de conflicto activo, en áreas con altos índices de criminalidad o incluso estar encarcelado, entre otros factores, son a menudo fuertes barreras para adoptar nuevas prácticas. La falta de acceso a un mercado laboral, a suministros alimentarios o a otras necesidades básicas desempeña un papel similar.
Factores o dispositivos que activan la disposición al cambio. Cuando se altera el entorno o el contexto estructural en el que se toman las decisiones o se reproducen las prácticas, a menudo puede producirse un cambio de comportamiento.
Existencia y accesibilidad de servicios alternativos y tradicionales, donde podrían practicarse e incluso fomentarse comportamientos considerados nocivos.
Existencia y facilidad de uso de instalaciones, carreteras, sistemas de agua y alcantarillado, redes eléctricas, teléfono, Internet, etc.
La demanda de servicios no siempre puede satisfacerse adecuadamente por diversos motivos relacionados con su prestación o con la dificultad de acceso por razones como dificultades económicas, falta de transporte, barreras lingüísticas, escasa capacidad de los proveedores de servicios, etc.
Según sea pertinente para el problema en cuestión y el contexto local (por ejemplo, obstáculos naturales, barreras de edad, cambio climático, cambios monetarios y de mercado, etc.).
Fuente:
Petit, V. (2019). El modelo de impulsores del comportamiento: Un marco conceptual para la programación del cambio social y de comportamiento. UNICEF. P. 45 – 46
Traducido por Rita Muckenhirn. 31.03.23