Activismo sostenible y resiliencia transformadora

En términos de activismo sostenible, las estrategias pueden dividirse en individuales, que están más orientadas a la psicología y al estilo de vida, y colectivas, que se centran en la resiliencia grupal, comunitaria y del movimiento.

Activismo sostenible significa que ambas orientaciones de la resiliencia, la individual y la colectiva o comunitaria, deben entenderse como necesarias, complementarias y entrelazadas. En este contexto, el proceso de creación de resiliencia empieza necesariamente por el individuo, pero no se detiene ahí.

El objetivo del activismo sostenible es fomentar la resiliencia tanto en las y los activistas individuales como en los grupos, las comunidades y los movimientos en el sentido de la emancipación social.

Para ello, es necesaria una comprensión transformadora de la resiliencia, como, por ejemplo, Bob Doppelt ha presentado en su libro, que debe considerarse en el contexto del cambio social transformador.

” Recuperarse” o “bouncing back” tras una situación difícil es una imagen de la resiliencia arraigada en el antiguo modelo médico, en el que la salud es la ausencia de enfermedad. Una de las preocupaciones que suscita esta interpretación de la resiliencia es que no produce necesariamente resultados positivos.

La historia está llena de ejemplos de individuos, organizaciones y gobiernos destructivos que se recuperaron tras enfrentarse a la adversidad y luego siguieron haciendo daño y matando a otras personas y destruyendo el entorno natural. Como único objetivo, “recuperarse” es claramente insuficiente.

Otro problema de entender la resiliencia como “recuperarse” es que no es un objetivo deseable para gran parte de la población mundial, afectada por la pobreza, el racismo, el sexismo, la homofobia, etc. Además, la idea de “recuperarse” de la resiliencia implica que las personas deben recuperarse y adoptar las normas y valores culturales actuales.

Esto no es sostenible desde la perspectiva de una sociedad que quiere superar la opresión, la explotación y el sufrimiento y hacer realidad la sostenibilidad ecológica.

Entender la resiliencia como “recuperarse” incluye los conceptos de afrontamiento y adaptación. El afrontamiento o la superación se suele considerar como la capacidad de las personas y los grupos de utilizar los recursos de que disponen para resistir y superar la adversidad inmediata.

El objetivo es restablecer el nivel previo de funcionamiento lo antes posible tras enfrentarse a la adversidad. El concepto de adaptación, por su parte, es preventivo y persigue los objetivos de restaurar el nivel previo de funcionamiento y asegurar el futuro.

Bob Doppelt define la resiliencia transformadora a través de la hormesis como “la capacidad de las personas y los grupos de utilizar sus puntos fuertes y recursos existentes para regular conscientemente sus cuerpos, sentimientos y pensamientos y utilizar la adversidad como catalizador para encontrar un nuevo sentido, dirección y esperanza en la vida tomando decisiones que mejoren el bienestar personal, social y medioambiental”.

Hormesis en griego significa “estimulación, impulso” y en la transformación a través de Hormesis, la adversidad se utiliza como una oportunidad para cambiar y evolucionar a nosotros(as) mismos(as) y la sociedad.

Al final del proceso, el grado de libertad de la sociedad es mayor. El concepto de resiliencia transformadora subraya la importancia de la biología de nuestro sistema nervioso, así como el papel transformador fundamental que desempeñan los supuestos básicos, los sistemas de creencias y las percepciones en la configuración de la capacidad de las personas para encontrar sentido y realizarse en la vida. Se centra en la prevención y no es un método de resolución de problemas o de tratamiento postraumático per se, aunque las habilidades de resiliencia transformadora permiten a individuos y grupos recuperarse más rápidamente tras un trauma.

Sin embargo, la resiliencia transformadora no es psicoterapia, aunque pueda tener un efecto muy terapéutico.

La resiliencia transformadora es un método ascendente y autoorganizado de construcción de la salud mental personal y de la resiliencia psicosocial-espiritual, que puede construirse persona a persona y grupo a grupo. Estos procesos se enmarcan en una práctica política reflexiva de cambio social y emancipación política del primer pilar del activismo sostenible.

He aquí una visión general de las diferentes formas de entender la resiliencia:

Gráfico: Adaptado de Bob Doppelt, p. 76., Comparison of methods for building human resilience.

Fuente:

Luthmann, Timo. Politisch aktiv sein und bleiben: Handbuch Nachhaltiger Aktivismus. UNRAST-VERLAG. Münster 2018. 3. Auflage. März 2021. Páginas 43 – 45

Traducido y adaptado por Rita Muckenhirn, 02.07.2023