Módulo 4: Diseñar caminos hacia la paz
Módulo 5.1. Intervenciones para la Resiliencia
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El Modelo Transteórico

El Modelo Transteórico: de la falta de intención a una nueva rutina

El modelo original, el llamado Modelo Transteórico de Disposición al Cambio (MTD) de James O. Prohaska y C.C. DiClement, se desarrolló para estimular y luego mantener cambios de comportamiento intencionados, especialmente en el ámbito de las adicciones. A lo largo de los años se ha adaptado a muchos comportamientos de salud diferentes (por ejemplo, actividades deportivas, consumo de alcohol, nutrición).

El Modelo Transteórico de Cambio de Conducta divide el proceso de cambio en seis fases:

Fase 1: Falta de intención

Sin intervención externa, la mayoría de las personas permanecen en la fase de falta de intención, lo que significa que todavía no se ha desarrollado una intención concreta de cambiar algo de la conducta problemática (por ejemplo, beber menos alcohol, dejar de fumar, conducir menos). Cuando los terapeutas presionan en esta fase, a menudo se desencadenan resistencias. “No tienes que decirme nada. Yo sé mejor que nadie lo que me conviene”. Esta resistencia, llamada “reactancia”, se observó en la pandemia de corona entre los opositores a la vacunación. Aún así aquí ayuda a informar sobre las consecuencias negativas de un comportamiento o el consumo de algo nocivo.

Fase 2: Formación de la intención

Es la fase en la que la persona se da cuenta de que su comportamiento puede no ser bueno para ella. Empieza a formar la intención, es decir, a planear cambiar el comportamiento problemático en algún momento. En esta fase es especialmente importante visualizar las consecuencias positivas del cambio.

Fase 3: Preparación

Es cuando la persona empieza a preparar su cambio de comportamiento. (Por ejemplo, se informa sobre las rutas en bicicleta para ir a la oficina, compra un libro de cocina vegetariana, etc.). Desde el punto de vista terapéutico, el objetivo aquí es elaborar pasos realistas para el cambio y dar el primero de ellos hacia el cambio.

Fase 4: Acción

En la fase de acción, las cosas se ponen manos a la obra. Ahora se pasa a la “acción”. El comportamiento anterior se descarta y se sustituye por uno nuevo (por ejemplo, tratamiento de abstinencia, unirse a un grupo de ciclismo, curso de cocina vegetariana).

Fase 5: Mantenimiento

Ahora es el momento de perseverar. La fase de mantenimiento es muy importante porque en ella el nuevo comportamiento se convierte en rutina. El comportamiento peligroso para la salud se ha abandonado hace tiempo (por ejemplo: no fumo desde hace tres meses). Desde el punto de vista terapéutico, lo principal ahora es practicar tácticas contra las recaídas. Cuando tengo ganas de fumar, me preparo una taza de té o doy un paseo de cinco minutos.

Fase 6: Nueva rutina

La última fase también es de mantenimiento y salida permanente. Se ha abandonado definitivamente el antiguo comportamiento indeseable y se ha practicado y mantenido una nueva rutina. (Esta fase no existe en el modelo original de Prochaska y DiClemente)”.

Fuente:

Adler, Michael. 2022. Klimaschutz ist Menschenschutz. Oekom Verlag. München

Traducido por Rita Muckenhirn.