Esta necesidad de placer, pasión, alegría, felicidad, diversión, flujo…. está presente porque en esos momentos podemos sentirnos a nosotros(as) mismos(as) y estamos completamente satisfechos.
En esos momentos estamos abiertos(as). Podemos entrar fácilmente en contacto con las y los demás. Estas experiencias en el deporte, en el trabajo, en el activismo o con las y los amigos tienen un efecto duradero.
En cambio, los estados emocionales difíciles, como el dolor, el miedo o la tristeza, son desagradables, por lo que solemos intentar evitarlos o, al menos, reducirlos.
Si has experimentado repetidamente que algunas personas te atacan, critican o hablan mal de vos, es posible que en algún momento hayas decidido evitarlas. Sin embargo, no saque conclusiones a partir de que algunos contemporáneos desagradables pensando que así son todas las personas.
Con esta generalización, te proteges y evitas el riesgo de que te sigan haciendo daño. Sin embargo, también te paralizarás y perderás muchas oportunidades de adquirir experiencias positivas. No hay nada malo en una dosis saludable de precaución, pero hasta ahora, poner una coraza a su alrededor ha ayudado a muy pocas personas. Sólo tenemos la grata experiencia de poder hacer frente a los retos si no nos resistimos a ellos, sino que los afrontamos. Esto es más fácil si los vemos como una oportunidad de desarrollo personal.
Atrévete, descubre la exploradora o el Boy Scout que llevas dentro. Regálate nuevas experiencias y aventuras. Escribe en tu cuaderno lo que quieres descubrir este año. No importa si se trata de un nuevo restaurante o de un viaje a la montaña, lo principal es que ya tengas una idea concreta en la mente, y luego fija la fecha de esta acción en tu calendario.