Módulo 4: Diseñar caminos hacia la paz
Módulo 5.1. Intervenciones para la Resiliencia
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El Modelo Rubicón

Cruzar el Rubicón: del deseo a la meta

Casi al mismo tiempo que Prochaska y DiClemente, es decir, a finales de los años 80, los psicólogos sociales Heckhausen y Gollwitzer desarrollaron el modelo Rubicón de las fases de la acción. En este modelo, se presta gran atención a las transiciones entre las distintas fases de un nuevo comportamiento a practicar. En la llamada fase predecisional, en la que se selecciona un deseo, una intención que se quiere realizar, las personas se encuentran en un estado deliberativo de conciencia (mindset).

Los estudios demuestran que las personas que se encuentran en este estado de ánimo consideran, examinan y analizan muy racionalmente las distintas opciones. Evalúan de forma realista los beneficios de alcanzar cada objetivo y la posibilidad de conseguirlo. Siguen siendo tan cautelosos sobre los resultados de un nuevo comportamiento como sobre su capacidad para alcanzar esos objetivos.

El paso más importante de este modelo es el que va de la mentalidad deliberadora a la mentalidad planificadora. Aquí es donde la gente cruza el Rubicón, el “punto de no retorno”. La expresión “cruzar el Rubicón” tiene un trasfondo histórico. Se remonta a la decisión deliberada de Julio César en el 49 a.C. de cruzar este río del norte de Italia con su ejército, una declaración de guerra de facto al Senado romano. Así desencadenó una guerra civil en el Imperio Romano, que finalmente ganó.

Si se cruza el Rubicón en un tema no tan histórico, se pasa de la fase de sopesar a la de planificar. Sin embargo, esto también cambia fundamentalmente la mentalidad. Quien se ha decidido por un deseo de cambio abandona en cierta medida el nivel racional. El deseo se convierte en un canon de objetivos, para cuya consecución se elabora un plan de ejecución. El plan de acción es muy concreto: ¿cuándo, dónde y cómo voy a actuar?

En esta mentalidad de planificación, fuertemente caracterizada por el deseo, las personas suelen perder la distancia consigo mismas y con sus capacidades. Aquí reina la “ilusión optimista” de que la decisión de realizar ese deseo equivale más o menos ya a la realización. Para ilustrar brevemente esta transformación en mi caso: Cuando decidí que escribiría este libro, ya estaba escrito en mi mente. Y esa decisión la tomé hace casi medio año. En esta fase se dejan de lado los recelos, la creencia en las propias capacidades es grande e inquebrantable.

El siguiente paso lleva de la fase preaccional a la fase de acción. Ahora montan en bicicleta en lugar de conducir un coche, cocinan comida vegana en lugar de comer bistec, caminan cinco veces a la semana en lugar de estar sentados. Y tras un periodo de ” nueva acción” planificado de antemano, se evalúa.

¿Se han cumplido realmente los aspectos que motivaron la elección de este deseo en la primera fase? ¿Los resultados son tales que la nueva acción se percibe como una ganancia y, en este sentido, persiste la motivación para mantener el nuevo comportamiento? Si se responde positivamente a estas preguntas, el nuevo comportamiento tiene muchas posibilidades de convertirse en la nueva rutina, la “nueva normalidad”.

El modelo en detalle

La necesidad:

Las necesidades, los impulsos y los deseos son generados en gran medida por el sistema límbico, donde se encuentra la sede de la memoria emocional de la experiencia. Aquí se almacena a menudo lo inconsciente, que se puede llevar a un nivel consciente con la ayuda del trabajo con imágenes.

El motivo:

Cuando se ha superado con éxito la primera fase de maduración, la necesidad se ha convertido en un motivo: Lo característico es que está disponible conscientemente y se puede comunicar. Después, se cruza el Rubicón. Requisito: los motivos no se contradicen entre sí. Aquí es necesario un trabajo de clarificación.

La intención:

A través de un fuerte sentimiento positivo, se ha formado la voluntad. Ahora tiene la firme intención de convertir su objetivo en acción.

La preparación previa a la acción:

Aquí se realizan los preparativos que aumentan la probabilidad de que la nueva intención, incluso en caso de duda, pueda convertirse en acción.

La acción:

Si ahora existe la intención de alcanzar un objetivo, puede comenzar la acción de alcanzarlo.

Fuentes:

Adler, Michael. 2022. Klimaschutz ist Menschenschutz. Oekom Verlag. München. Páginas 80 – 81

Storch, Krause (2007, 2014)

Buchacher, Walter; Kölblinger, Judith; Roth, Helmut; Wimmer, Josef. 2015. Das Resilienz-Training. Linde International. Páginas: 93-93

Traducido por Rita Muckenhirn.