Módulo 4: Diseñar caminos hacia la paz
Módulo 5.1. Intervenciones para la Resiliencia
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Sesgos Cognitivos

Sesgos cognitivos

Los sesgos cognitivos se refieren al uso de modelos mentales para filtrar e interpretar la información, a menudo para dar sentido al mundo que nos rodea.

La mente humana es perezosa, y la cognición requiere todo tipo de atajos para dar sentido a las cosas. Estos atajos conducen a errores: nos equivocamos al razonar, evaluar, recordar y, como resultado, las elecciones casi siempre se basan en información imperfecta. Los atajos forman parte del pensamiento automático (en contraposición al pensamiento deliberativo), que es cuando alguien saca conclusiones basándose en información limitada.

La mayoría de las veces, la gente considera lo que le viene automáticamente a la mente para completar la información que le falta, asocia la situación con lo que ya sabe, hace suposiciones, saca conclusiones precipitadas y, finalmente, toma decisiones basadas en un marco estrecho que representa una imagen sesgada de una situación. Este proceso cerebral está muy extendido e implica menos esfuerzo.

Desde una perspectiva social, estos modelos mentales están vinculados a formas de pensar, a menudo transmitidas de generación en generación, que incluyen estereotipos e ideologías.

Desempacando los sesgos cognitivos

Los sesgos cognitivos son algunos de los principales sesgos que, según los psicólogos, tienen un efecto directo en nuestros esfuerzos por cambiar comportamientos. Intentar influir en la forma en que las personas procesan la información (que es el resultado de procesos evolutivos) puede requerir un esfuerzo considerable. Sin embargo, debemos asegurarnos de que estos sesgos se tienen bien en cuenta y se prevén a la hora de diseñar los programas de comunicación.

Evitar la información

Los individuos pueden evitar la información de forma activa y/o inconsciente si ésta puede amenazar sus creencias, obligarles a actuar o molestarles, o simplemente porque ya están sobrecargados de información. Se puede optar por no reconocer ni tener en cuenta determinados detalles sobre un tema, incluso cuando obtenerlos no suponga ningún coste y sí un beneficio.

Heurística de disponibilidad

Tendemos a sobrestimar la importancia de la información de que disponemos. En consecuencia, nos remitimos a los ejemplos inmediatos que nos vienen a la mente a la hora de emitir juicios, en lugar de reconocer la necesidad de más pruebas.

Anclaje

Dependencia excesiva de un rasgo de un sujeto o de una información a la hora de tomar decisiones. El anclaje suele referirse a la exposición inicial de las personas a un dato (normalmente un número) que sirve como punto de referencia e influye en las opiniones y juicios posteriores.

Efecto mensajero

El valor que damos a una información está condicionado en gran medida por su fuente. El nivel de confianza, familiaridad y credibilidad de un canal de comunicación es un factor clave de nuestra receptividad. Un individuo puede verse influido en su juicio sobre un tema por el representante de ese tema más que por el tema en sí.

Sesgo de confirmación y de creencia

La gente ignora o critica fácilmente la información que contradice sus creencias y suposiciones, y la filtra de forma que apoye sus ideas preconcebidas y se ajuste a su forma de pensar. Se trata de un proceso automático que utilizamos de forma natural para buscar la afirmación de nuestros puntos de vista, lo que puede llevarnos a centrarnos en detalles que son irrelevantes en el panorama general.

Sesgo de simplicidad

Descartamos lo específico para formar generalidades, reducimos los acontecimientos y las listas a sus elementos clave y preferimos las opciones de apariencia sencilla a las complejas y ambiguas. Favorecemos las cosas inmediatas, fiables y tangibles que tenemos delante, simplificamos las probabilidades y los números para que sean más fáciles de comprender, y creemos saber lo que piensan los demás, ya que tiende a facilitarnos la vida. También simplificamos nuestra visión de la vida proyectando nuestra mentalidad actual y nuestras suposiciones sobre el pasado y el futuro.

Sesgo de recurrencia

Al privilegiar la información más reciente, tendemos a sacar conclusiones erróneas al destacar y sobrevalorar la importancia de los acontecimientos, experiencias y observaciones recientes, frente a los del pasado cercano o lejano.

Sesgo optimista

Las personas tendemos a sobrestimar la probabilidad de los acontecimientos positivos y a subestimar la de los negativos, incluidos los riesgos a los que nos enfrentamos en comparación con otras personas. Del mismo modo, nos damos cuenta más fácilmente de los defectos de los demás que de los nuestros (lo que también se conoce como sesgo de autoservicio). También nos imaginamos que las cosas y las personas con las que estamos familiarizados o a las que apreciamos son mejores.

Heurística de la representatividad

Rellenamos las características a partir de estereotipos, generalidades e historias previas. En consecuencia, juzgamos a las personas y los acontecimientos en función de lo mucho que se parecen a los demás.

Disonancia cognitiva

Las personas experimentan tensión psicológica cuando se dan cuenta de que tienen comportamientos incoherentes con el tipo de persona que les gustaría ser. La reacción natural es reducir esa tensión, ya sea cambiando actitudes y comportamientos o aceptando una imagen distinta de sí mismo (lo cual puede ser mucho más difícil).

Sesgo de memoria

Lo que uno recuerda y cómo lo recuerda nunca es objetivo. Editamos y reforzamos algunos recuerdos después de los hechos, almacenamos los recuerdos de forma diferente según cómo se hayan vivido (por ejemplo, recordamos mejor la información que producimos nosotros mismos), es más probable que consideremos precisos los recuerdos asociados a acontecimientos o emociones significativos y nos fijamos con frecuencia en cosas ya memorizadas o repetidas. En resumen, los sesgos cognitivos afectan -tanto negativa como positivamente- al contenido y/o al recuerdo de una memoria.

Fuente:

Petit, V. (2019). El modelo de impulsores del comportamiento: Un marco conceptual para la programación del cambio social y de comportamiento. UNICEF.

Traducido por Rita Muckenhirn. 31.03.23