Módulo 4: Diseñar caminos hacia la paz
Módulo 5.1. Intervenciones para la Resiliencia
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El Modelo de los Impulsores del Comportamiento

Naturaleza del modelo y conceptos estructuradores básicos

El desarrollo del Modelo de Impulsores del Comportamiento (Behavioural Drivers Model  o BDM) responde a una necesidad pragmática: el objetivo no es entrar en el debate sobre qué modelo o teoría de entre los enumerados anteriormente es “el mejor”, sino crear una herramienta que sirva de base para el trabajo práctico sobre problemas de la vida real.

En lugar de proporcionar un nuevo modelo, el Modelo de Impulsores del Comportamiento articula investigaciones y teorías ya existentes, aunando múltiples perspectivas (modelo transteórico). Esto se ve facilitado por el hecho de que, fundamentalmente, ninguna de las teorías descritas en el capítulo anterior es mutuamente excluyente o contradictoria. Al contrario, la mayoría pueden coexistir desde una perspectiva aplicada y enriquecer la forma en que analizamos e intentamos influir en los comportamientos.

Según los distintos componentes del marco conceptual, el modelo considera que los comportamientos son el complejo resultado de la influencia de múltiples factores determinantes, en un enfoque socioecológico.

El Modelo de Impulsores del Comportamiento presenta y define conceptos y sugiere una representación de la relación entre las diversas fuerzas que pueden afectar a los comportamientos. Dicho esto, no se da prioridad a ningún constructo por tener un mayor peso empírico o de varianza en el impulso de los comportamientos – esta priorización se deja para el trabajo sobre comportamientos concretos en contextos específicos, mediante investigación formativa localizada y evidencias.

Como modelo, el Modelo de Impulsores del Comportamiento es voluntariamente agnóstico -no está relacionado con un área temática específica-, por lo que puede utilizarse como punto de referencia único en todos los sectores de intervención y ser aplicable a una amplia variedad de situaciones. En la bibliografía existen marcos más especializados (por ejemplo, para la reproducción adolescente, la planificación familiar, la participación comunitaria, la construcción de paz, etc.).

El Modelo de Impulsores del Comportamiento empieza por responder a la pregunta fundamental:

¿por qué la gente hace lo que hace?

Como primer elemento de respuesta, todos los impulsores mencionados en las teorías analizadas se clasifican en tres categorías principales:

  • Psicología, recogiendo los impulsos cognitivos y emocionales individuales;
  • Sociología, para los determinantes relacionados con las interacciones dentro de las familias, las comunidades, los grupos y la sociedad en general;
  • Entorno, para elementos estructurales como instituciones, políticas, sistemas y servicios, infraestructuras, información, etc.

Además de ello, la psicología social ha venido tendiendo puentes entre la psicología y la sociología como “el estudio científico de las formas en que el pensamiento, los sentimientos y el comportamiento se ven influidos por la presencia real o imaginaria de otras personas: padres, amigos(as), empleadores(as), profesores(as), personas extrañas; de hecho, toda la situación social (Allport, 1985)”.

Por ello, nos acompañarán los niveles de análisis e intervención desde la psicología social en nuestro recorrido por los caminos hacia la paz y la sostenibilidad.

Dentro de cada categoría, los impulsores pueden organizarse según dos niveles de profundidad:

  • Impulsores de nivel 1: los impulsores de nivel superior o principales, que llamaremos “factores”.
  • Impulsores de nivel 2: cada factor se descompone en las distintas dimensiones que lo componen.

La siguiente gráfica resume los distintos tipos de impulsores.


Fuente:

Petit, V. (2019). El modelo de impulsores del comportamiento: Un marco conceptual para la programación del cambio social y de comportamiento. UNICEF. P. 19 – 20 (con algunas adaptaciones de Rita Muckenhirn)