Módulo 4: Diseñar caminos hacia la paz
Módulo 5.1. Intervenciones para la Resiliencia
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Resiliencia desde una perspectiva política

En el activismo sostenible existe una tensión productiva entre los enfoques individual y colectivo de la acción. Asimismo, la política prefigurativa, es decir, la utilización de los medios de cambio para hacer tangibles desde ya los objetivos del movimiento social, desempeña un papel importante.

Basada en la “política de la primera persona”, que rechaza la línea divisoria entre “privado” y “público” e implica la politización de la esfera privada, surge una primacía del cuidado de uno(a) mismo(a).

Reconocer que el autocuidado es políticamente necesario proporciona una base para la acción. Este tipo de autocuidado no gira alrededor de nuestro propio sentimiento de felicidad, sino de encontrar formas de sobrevivir en un mundo que discrimina y se opone a las necesidades vitales. Se trata de encontrar formas de sobrevivir en un mundo que discrimina y se opone a las necesidades vitales.

Por eso el activismo sostenible piensa y aborda simultáneamente procesos y dimensiones políticas colectivas, y también existe una presión colectiva para actuar. Las intervenciones micropolíticas -como los programas de mindfulness- deben integrarse en proyectos macropolíticos y diseños más amplios para que tengan un efecto liberador sistémico.

A diferencia de los programas convencionales de prevención del agotamiento, los conceptos de activismo sostenible no se centran en la autooptimización individual en términos de rendimiento propio.

Los conceptos clásicos de resiliencia se centran en reforzar la resiliencia del individuo. Para el activismo sostenible, se añade la reflexión sobre las condiciones sociales como causa de las crisis personales relacionadas con el estrés. La conciencia y el reconocimiento de que una de las principales causas del agotamiento reside en la economía capitalista y/o sistemas represivos con su permanente presión individual para explotar es un fundamento del activismo sostenible.

En este sentido, el activismo sostenible es anticapitalista o postcapitalista. Además, muchos de los problemas contra los que luchan las y los activistas -el cambio climático, la pobreza, la desigualdad social, el extractivismo, los conflictos y las guerras, la migración y el desplazamiento forzado, etc.- están causados o intensificados por el capitalismo. Sin embargo, esto no significa rendición fatalista ante la magnitud del problema y repliegue en la esfera privada, sino que sólo con claridad sobre los problemas creamos el requisito previo básico para nuestra liberación procesual individual y colectiva.

Detrás del concepto de activismo sostenible está la voluntad de vivir una vida correcta dentro  de lo incorrecto e injusto y de aprovechar las oportunidades de una vida feliz y buena a pesar de la violencia del capitalismo, del autoritarismo, etc.. Sólo así existe la posibilidad de acercarse un poco más a la liberación colectiva.

Es importante que no interpretemos nuestras crisis personales y nuestros fracasos parciales como fracasos individuales.

"No depende del individuo que alcancemos nuestros límites. Una mejor gestión o una actitud personal diferente no pueden resolver el problema de la aceleración en nuestra sociedad, porque es un problema estructural, cultural y colectivo."

Sociólogo Hartmut Rosa.

Esta toma de conciencia nos ayuda a contrarrestar nuestro propio pensamiento sobre el rendimiento, moldeado por la compulsión capitalista de explotar. Sólo cuando hayamos desarmado así a nuestro conductor interior hasta el punto de no perjudicarnos a nosotros(as) mismos, podremos desarrollar estrategias para hacer frente a la cultura acelerada de la vida.

La gente suele percibir las múltiples crisis como una amenaza. Sin embargo, las crisis tienen una doble cara. Incluso la palabra griega krisis no denota una situación desesperada, sino el punto álgido o de inflexión de una situación peligrosa; en consecuencia, desde el punto más bajo de una crisis, las cosas sólo pueden ir a mejor.

Las crisis que experimentamos como activistas pueden ser una oportunidad para reflexionar sobre nuestras vidas y análisis políticos y para ir más allá de las cuestiones políticas cotidianas y plantearnos cuestiones existenciales, por ejemplo, descubrir los valores fundamentales que sirven de base a nuestra acción política.

El núcleo del Activismo Sostenible es una especie de espiritualidad secular o mundana. Se trata de cómo reconocemos, damos forma y abrazamos nuestra relación con nosotros(as) mismos(as), con nuestros interlocutores y con nuestro entorno o co-mundo. Expresa nuestra calidad relacional con la vida. Se trata de relaciones solidarias y empáticas, con nosotros(as) mismos(as), con nuestros homólogos(as) y con nuestro mundo en el reconocimiento de nuestra interdependencia, la dependencia mutuamente condicionada.

En este reconocimiento reside el autoconocimiento y la superación de la alienación. Al mismo tiempo, la espiritualidad secular también expresa nuestra capacidad individual de construir un sentido para nosotros(as) mismos(as) y es un recurso crucial que nos hace más resilientes. Quiero distinguir esta espiritualidad laica del esoterismo, que se presenta como una ciencia secreta y abre la puerta al abuso dominante. Gran parte de lo que yo llamaría espiritualidad laica está descrito por Hartmut Rosa en su concepto de resonancia.

El activismo sostenible no es un sistema cerrado, sino un proceso de comunicación abierto y continuo. Comunicación con uno(a) mismo, comunicación con las y los demás, ya sea en el grupo de activismo, en la organización, en el movimiento o en la sociedad.

Detrás del concepto de activismo sostenible está la voluntad de vivir una vida correcta dentro  de lo incorrecto e injusto y de aprovechar las oportunidades de una vida feliz y buena a pesar de la violencia del capitalismo, del patriarcado, del autoritarismo, etc.

Sólo así existe la posibilidad de acercarse un poco más a la liberación colectiva.

Fuente:

Luthmann, Timo. Politisch aktiv sein und bleiben: Handbuch Nachhaltiger Aktivismus. UNRAST-VERLAG. Münster 2018. 3. Auflage. März 2021. Páginas 23 – 27

Traducido y adaptado por Rita Muckenhirn, 02.07.2023

Reflexión

En este sentido podemos decir que hay una estrecha relación entre resiliencia, resistencia y buen vivir en el aquí y el ahora.

  • Resiliencia es Resistencia
  • Resiliencia es Buen Vivir
  • Buen Vivir es Resistencia

¿Qué piensas sobre esta perspectiva política de la resiliencia?

¿Cómo hemos venido trabajando hasta ahora la resiliencia individual con los grupos con los que hemos venido trabajando?