Antes de empezar con el proceso de fortalecimiento de resiliencia, sea mediante el coaching, una formación u otra modalidad, hay que aclarar el encargo con las y los sujetos de cambio, especialmente en el caso que sea por petición de otra persona. En la práctica, se ha demostrado que es muy útil discutir primero la comprensión de la resiliencia.
Por esta razón, la siguiente sección explica y amplía el concepto de resiliencia desde otro ángulo y cómo trabajar con varias metáforas de resiliencia. Como parte de la aclaración del encargo, por ejemplo, al principio de una sesión de coaching sobre resiliencia o de un seminario sobre resiliencia, se puede crear de esta manera una comprensión común de la resiliencia, así como determinar los objetivos y y el desarrollo de la resiliencia.
El ejercicio te permite determinar si el o la sujeta de cambio desea realmente entrenar y desarrollar las características resilientes y en qué medida las características resistentes al estrés son más importantes para él o ella.
A continuación, puedes tener en cuenta estos deseos a la hora de diseñar su programa de entrenamiento o acompañamiento y combinarlos si es necesario.
El concepto de resiliencia se ha introducido recientemente en la lengua durante los últimos 20 años. Hace diez años, muy pocas personas estaban familiarizadas con el concepto de resiliencia.
Dependiendo del grupo meta con el que se trabaje, esto sigue siendo así hoy en día. Por otra parte, mucha personas tienen ahora una idea clara de lo que significa para ellos la resiliencia. A menudo, ya han leído un libro sobre la resiliencia, han captado ideas en conversaciones, han investigado el tema por su cuenta en Internet o quizás han asistido a un curso de formación sobre el tema.
Allí pueden haber aprendido sobre un determinado concepto o modelo de resiliencia, que puede no corresponderse con el concepto con el que trabajas como facilitador(a). Aclarar las expectativas es, por tanto, uno de los primeros pasos más importantes en el asesoramiento sobre resiliencia hoy en día. Además, en el asesoramiento sobre resiliencia se utilizan numerosas metáforas para describir diversos aspectos de la resiliencia de una persona.
Algunas de estas imágenes de objetivos o estrategias se basan en el concepto de resiliencia en sentido estricto, mientras que otras describen competencias que están más estrechamente relacionadas con la resistencia al estrés.
Ahora el o la sujeta de cambio quien quiere participar en un proceso de fortalecimiento de resiliencia preguntará:
¿Hay alguna diferencia? Al fin y al cabo, ¡todo es cuestión de resiliencia! No importa cómo lo consigas en tu proceso, ¿verdad?
A continuación trabajaremos con metáforas.
En apariencia, las distintas metáforas parten del mismo interés, pero no tienen el mismo objetivo.
En todos los casos, el objetivo es desarrollar la «capacidad de resistencia» para afrontar mejor las crisis, el estrés y la tensión. Sin embargo, como se verá a continuación, la capacidad de resistencia en el sentido de resiliencia se hace visible a través de una estrategia de comportamiento diferente.
Mientras la resiliencia a la hora de hacer frente a los factores de estrés o estresores tiene que ver con la adaptabilidad, la flexibilidad, la agilidad y la resistencia interior, las metáforas de la resistencia al estrés simbolizan la insensibilidad, la firmeza y la inmovilidad.
La resiliencia y la resistencia al estrés se basan en estrategias diferentes. Ambas estrategias tienen sentido en función del contexto y son eficaces. Sin embargo, el aprendizaje de la estrategia respectiva va de la mano de la aplicación de diferentes modelos, métodos, actitudes y mentalidades.
Si vamos demasiado rápido en la fase de clarificación del encargo, es fácil que se produzcan malentendidos entre las expectativas de la persona que busca acompañamiento o quiere fortalecer sus competencias y la imagen que el o la facilitador(a) en resiliencia tiene de sí mismo(a) o sus supuestos con relación a las necesidades de la persona o del equipo.
Utiliza todos los diferentes enfoques y metáforas a la hora de aclarar el encargo y, a continuación, diseña el concepto para la formación o el proceso de acompalamiento. Porque, en caso de duda, puede ser que el o la sujeta de cambio no desee un entrenamiento de resiliencia en sentido estricto, sino más bien un entrenamiento de resistencia al estrés.
Entonces podrás tenerlo en cuenta al organizar el seminario, así como al seleccionar los diagnósticos, modelos e intervenciones que utilices en tu programa.
La siguiente herramienta se puede llevar a cabo con un sujeto(a) de cambio potencial que busca tu acompañamiento o con el grupo de participantes en un seminario.
Fuente:
Amann, Ella Gabriele; Egger, Anna. (2021). Micro-Inputs Resilienz. managerSeminare. Bonn. P. 28-38