Hacer preguntas es un acto de empatía, no de interpelación. Las preguntas que invitan a la conversación son fundamentales para mostrar una escucha activa, acoger emociones, explorar el futuro, investigar la complejidad de lo vivido y cómo fue afrontado y fortalecer lazos de confianza (Organización Internacional para las Migraciones, 2018).
Su uso requiere de mucha conciencia para no ser un canal para la revictimización.
El objetivo es promover el espacio de escucha y empatía.
Las preguntas que se realicen deben hacerse en forma simple y sin tecnicismos, que muestren que comprende cómo se siente y lo que les ha pasado.
Según la OMS existen 3 tipos de preguntas (Organización Mundial de la Salud, 2012):
Su objetivo es obtener información concreta y ahondar en elementos particulares.
Son más descriptivas y los detalles quedan a la libre disposición de quien narra. Este tipo de preguntas pueden ser utilizadas para iniciar el acercamiento.
Por ejemplo:
Son aquellas que recogen el estado emocional y los pensamientos de las personas.
En este tipo de preguntas son las personas quienes llenan de contenido y significado el espacio conversacional, manteniendo siempre el foco en sus intereses.
Por ejemplo:
Sirven para explorar más una situación y ahondar en ella, así como en las conexiones con otras situaciones, ya sea en el pasado o en el futuro.
Son muy útiles en la etapa de afrontamiento.
Por ejemplo:
Fuentes:
PNUD. (2022). Guía de Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) a personas en situación de movilidad humana. INTEGRA. Ecuador.
Adaptado por Rita Muckenhirn. 22.12.2024