Acá puedes escuchar y/o descargar el audio de este ejercicio de atención plena.
Encuentra una postura que te resulte cómoda, bien puedes estar acostado(a) o sentado(a).
Primero siente que tu cuerpo está en contacto con el suelo.
Ahorita trata de percibir que tu cuerpo está en contacto y dónde está en contacto. No se trata de lo correcto o lo incorrecto, sino de registrarlo conscientemente.
Y a continuación te pido que notes que tu cuerpo respira y que al respirar realiza movimientos.
Registra estos movimientos.
Registra que el pecho sube y baja suavemente…
… y que la pared abdominal sube y baja.
Y si percibes con mucha atención, también puedes sentir que las fosas nasales realizan movimientos muy pequeños.
Y percibe estos movimientos del cuerpo al respirar por unos momentos.
Finaliza el ejercicio volviendo a notar conscientemente que tu cuerpo está en contacto con el suelo o la silla.
Y ten en cuenta los límites de tu cuerpo.
Luego, conscientemente, regresa tu atención a la habitación y percibela conscientemente.
Este es un ejercicio de atención plena muy simple. A través de este ejercicio enfocas tu atención. Es importante no tener la expectativa de estar con la atención completa todo el tiempo. Casi nadie puede hacer eso. Puedes mejorar tu atención a la medida que vas integrando estas prácticas a tu día a día.
Y aunque no lo logres todavía, sólo el hecho de decidir concentrarse en algo específico por un tiempo conduce a la calma y la relajación.
Esta es una forma suave de relajación que permite que el cuerpo se relaje, tanto como quiera sin que le den la orden: ¡relajate, relájate!
Fuente:
Reddemann, Luise. (2005). Imagination als heilsame Kraft: Zur Behandlung von Traumafolgen mit ressourcenorientierten Verfahren. pfeiffer bei Klett-Cotta. Stuttgart. Pág 35. Traducido y adaptado por Rita Muckenhirn.